Comer fruta es muy saludable, pero existen muchos prejuicios respecto de su consumo. Hay quienes satanizan mucho la cantidad de azúcares que contienen; no obstante, no son perjudiciales si se consumen con la debida información y precaución. A continuación te ayudamos a desmitificar unos de los más comunes.
Los plátanos engordan
No. Como absolutamente todas las comidas que existen en el mundo. Nada engorda sólo porque sí. Para subir de peso se necesita de un alimento consumido en exceso, especialmente si tiene un gran aporte calórico. Los plátanos son de las frutas dulces con mayor densidad calórica (120 kcal por cada 100 gramos) pero, por ejemplo, están prácticamente en el mismo rango del aguacate (127 kcal por cada 100 gramos). Además, ésta última fruta contiene mucha más grasa que un plátano.
Las personas con diabetes no deben comer frutas
Sí y no. Por la misma razón que te acabamos de dar en el apartado anterior, pueden hacerlo pero con medida. Nos interesa que sepas dos cosas: una es que no están prescritos de su dieta; la otra, que con este tipo de padecimientos siempre hay que tener un plan dietista de manos de un especialista que dicte lo que una persona puede y no puede consumir. Ante todo se tiene que acudir con un especialista que dé visto bueno de los alimentos que le hacen bien a cada paciente.
Es más saludable comer frutas enteras que jugos de ellas
Totalmente cierto. Nada más engañador que un jugo en el que se desecha toda la fibra de la fruta y sólo se consumen los azúcares. Sin darte cuenta, una vez que te tomas un vaso mediano de jugo de naranja, por ejemplo, puedes estar consumiendo de tres a tres y media unidades de la fruta. Hay quienes incluso hacen un paralelismo entre tomar jugos de frutas dulces con beber refrescos carbonatados.
Consumir mucha vitamina C en frutas previene y acaba con resfriados
Sí y no. Al igual que con las calorías, ningún producto que de forma natural contenga vitamina C erradicará por sí solo una enfermedad, ni a fuerza acabará con sus síntomas. Que son buenas aliadas, eso sí. Tener niveles altos de este componente invariablemente hará que tu sistema está mucho más preparado para combatir estos padecimientos. Te recomendamos, antes que comer naranjas o limones, consumir guayabas. Tienen más vitamina C y menos calorías.
Cuando combinas frutas cítricas con lácteos te indigestas
Falso. El requesón o el ricota, por ejemplo, ocupan ácidos para poder producirse. Y eso es lo que te comes. Y encima te gusta mucho y no te hace daño, ¿o no? Lo único que ocurre a nivel químico con esta mezcla es que las proteínas y el suero de los lácteos se separan y aglutinan. Pero eso no a fuerza te hace sentir algo en específico. Además todo sucede dentro de tu cuerpo. Ni siquiera debes ser testigo visual de ello.
Comer fruta por la noche engorda
Sí y no. Lo hará si se hace de forma indiscriminada y si la mayoría de estas frutas consumidas son bajas en fibra. Ahora bien, si comes una pieza de cualquier fruta pequeña no hay ningún problema. Si te excedes habrá mucha azúcar en tu sangre (lo cual, como ya dijimos, puede repercutir en un posible aumento de peso) y además puedes perder algunas horas de sueño.
Es mejor consumir fruta con el estómago vacío
Sí y no. Esto, debido a que la fibra que viene aparejada a una pieza de fruta detiene un poco el funcionamiento del sistema digestivo, ya que le cuesta un poco más procesarlo. No obstante, tampoco hace mal si ingieres fruta después de una comida completa, como postre. Lo único en lo que debes fijarte es que no sean frutos tan cítricos que dañen tu estómago por entrar directamente y sin alimento. Tambien fíjate en que no se trate de un ejemplar que tienda a fermentar tan rápido, ya que podía provocarte eructos con facilidad.
Fuentes: El Español | El Universal