Seguro te lo has preguntado, porque en el mundo los restaurantes podrían dividirse entre los que sirven la carne cruda o cocida. De igual forma, los comensales se decantan por cualquier modalidad, dependiendo de sus gustos y lo que han escuchado hablar sobre la conveniencia de la intervención, o no, del fuego en su comida.
Hoy te explicamos algunos pros y contras de consumir carne cruda para que, a partir de eso, saques tus propias conclusiones y actúes en consecuencia. Antes de que empieces a leer tienes que saberlo: en efecto, hay cosas que benefician y que perjudican de esta práctica.
¿Por qué sí es bueno comer carne cruda?
Quienes defienden esta postura, arguyen que la carne cruda es una fuente increíble y directa de agua, proteínas, grasas, vitaminas B1, B3, B6 y B12, así como A y E. De igual forma, está comprobado que contiene cantidades importantes de hierro y zinc, así como aminoácidos libres.
Otra cosa que es una realidad, y que también ha servido de bandera a esta corriente, es que cuando la carne se cocina, pierde una parte de sus nutrientes. De acuerdo con Diego Castro, un cocinero argentino que durante años ha defendido la alimentación con base en carne cruda, ésta incluso ayuda a revertir el proceso de envejecimiento celular, mejora el funcionamiento de los sistemas inmunológico y digestivo, y es desintoxicante.
Lo que él propone, por las mismas razones, es un consumo de 80% de carne cruda, y 20 de cocida. Entre otras de las ventajas que le encuentra están su sabor más intenso, al tiempo de su color mucho más brillante. Muchos creen que, justamente, de la vista nace el amor.
¿De qué forma la carne cruda podría afectarnos?
La contraparte es interesante. Somos la única especie sobre la Tierra que come carne cocinada. No obstante, esto también reporta beneficios muy puntuales. Uno de los más importantes es el hecho de que, preparada de esta manera, resulta mucho más fácil para digerir. Y eso es un punto importante, especialmente para personas que tengan problemas con la forma en que su cuerpo digiere los alimentos.
Además, cocinarla siempre previene contra enfermedades relacionadas con la proliferación de bacterias, así como la conservación del estado óptimo de los alimentos. Solo como dato adicional: la cocción ayuda a que ingredientes como la zanahoria, así como la cebolla, se absorban de forma correcta. Crudas, no lo hacen en la misma proporción.
La BBC pone sobre la mesa otro tópico importante. De acuerdo con una investigación llamada Antimicrobianos en la agricultura y el medioambiente: reducir el uso innececesario y el despilfarro, de la Revista contra la Resistencia Microbiana, estos organismos resistentes a los antibióticos podrían llegar a los humanos a través de la carne no cocinada correctamente.
También están los riesgos de contraer E. coli, así como el protozzo Toxoplasma gondii, el Campylobacter, la Yersinia o la Salmonela. Todo esto, especialmente cuando se trata de aves y carnes rojas.
Ahora que lo sabes, la decisión está completamente en tus manos. Como ya te diste cuenta, comer carne cruda o cocida tiene sus pros y contras y, antes de decantarte por cualquiera, lo mejor es que te informes y tomes tus precauciones.
Fuentes: Nat Geo | Natural Athlete | BBC
