Los charales podemos encontrarlos prácticamente todos los meses del año, pero cuando más abundan en las cocinas y nuestros platos es durante la la Cuaresma y Semana Santa por ser una carne blanca de gran accesibilidad económica, y aunque esa característica no los vuelve un ingrediente malo o sospechoso, sí nos hace preguntarnos ¿qué son en verdad los charales?
Los charales son particulares por cualquier lado que se les vea, son pequeñitos, pero dan mucho de que hablar sobre lo que aportan a nuestra alimentación, si de verdad es un pescado bueno o qué es realmente. Hoy les vamos a contar todas las razones para comerlos, según los expertos.
¿Qué son los charales?
Tradicionalmente conocidos como charales o charalitos, el chirostoma jordani es un pequeño pescado nativo de México sobre todo del centro del país. Es muy fácil encontrarlos en los mercados y negocios de productos secos o deshidratados, ya que los charales forman parte de la dieta de los mexicanos desde tiempos prehispánicos, según la revista de UNAMirada a la ciencia de la UNAM.
Norma Navarrete Salgado, responsable del Laboratorio de Producción de Peces e Invertebrados de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, menciona que los charales se pueden encontrar secos en mayor proporción a los frescos. Tradicionalmente se comen en la Ciudad de México y el estado de Toluca principalmente secos.
Estos pescados son de origen marino que conquistaron las aguas dulces de estanques en México y se volvieron un alimento increíblemente alto en proteínas. Otro de los nombres populares con el que se le conoce, viene del tarasco “Charare” y de ahí se derivó a charalles. Estos peces pequeños son de color blanco plateado, miden unos 5 cm de longitud, y se venden frescos o secos, el método para deshidratar es al aire libre y luego se someten a una fuerte concentración salina para poder conservarlos hasta por un año.
Los charales son nutritivos o no: expertos da la respuesta
De acuerdo con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, los charales son un alimento abundante en calcio, fósforo, sodio, hierro, magnesio, niacina, yodo y vitaminas C,E,B y A que son elementales para el desarrollo del sistema nervioso. Este pescado es bajo en grasas y alto en aceites de Omega 3.
Otro de los beneficios del charal es que contribuye a reducir los niveles de colesterol y enfermedades cardiovasculares, además de prevenir la osteoporosis y la anemia. Roberto Muñoz Joachín, jefe de Nutrición del Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, recomienda consumir una porción de 100 a 120 gramos, dos o tres veces a la semana.
"El charal es recomendable acompañado de una dieta balanceada, es un alimento funcional y que además no es caro, es un alimento autóctono, nutritivo y barato".
Datos obtenidos del estudio The Importance of Consuming Charales (Chirostoma jordani) for Human Nutrition indican que las excelentes propiedades nutricionales del charal son los principales motivos para implementar su ingesta diaria en la dieta de la población general, ya que puede contribuir a reducir la desnutrición en la población mexicana y otros territorios. El charal representa una alternativa que puede reducir la sobreexplotación de otros mariscos como camarones y tilapias que son las más demandadas.
Imágenes obtenidas de El milagro de Oaxaca y Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca
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