El turrón es un dulce de origen español que en definitiva es el dulce protagonista de las fiestas navideñas. En México, al igual que en otros países latinoamericanos, el turrón se ha convertido en un antojo dulce bastante consumido durante la temporada decembrina. A pesar de que lo comemos con gran alegría, es posible que no conozcas mucho sobre él. A continuación te contaremos de los ingredientes con los que se fabrica y por qué se consume en Navidad.
¿Cuál es su origen?
Cuenta la leyenda que, durante la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, un pastelero catalán llamado Pablo Turrons creo el turrón como una medida de supervivencia en una ciudad sitiada. Utilizando los ingredientes que tenía a la mano en una época de racionamiento: almendras y miel. Aunque esta historia le da un toque muy español al turrón, muchas personas creen que este dulce llego a España durante la ocupación de los árabes.
Desde hace años, en varias provincias españolas se elaboraba un dulce similar, conocido como halvo, antes de la época de Pablo Turrons. Hoy en día en muchos países árabes se sigue elaborando un dulce llamado halva. Actualmente el turrón es conocido en toda España y en muchos países Latinoamericanos, donde se disfruta especialmente durante la época navideña.
¿De qué está hecho?
El turrón es uno de los pocos dulces que ha mantenido durante muchos años el mismo proceso de elaboración, siendo las almendras y la miel los ingredientes básicos. Aunque hoy en día existen muchas variedades, los puristas solamente reconocen dos: el turrón blando de Jijona y el turrón duro de Alicante.
Para preparar el turrón duro, primero se tuestan y trituran las almendras. A continuación, se mezclan con miel y se cocinan a una temperatura constante sin dejar de mover. Para terminar, se añade un poco de clara de huevo batida para ligar la masa. El punto de las claras debe ser el de un merengue firme, de ahí la expresión “batir a punto de turrón”. Se deja enfriar, se corta en pedazos y se empaqueta. Para el turrón blando, los bloques fríos se trituran junto con el aceite que segregan las almendras hasta formar una pasta viscosa. Esta pasta se vuelve a calentar y se bate durante horas hasta conseguir una masa blanda y uniforme, que se liga también con clara de huevo.
Además de los turrones clásicos elaborados únicamente con almendras, miel y clara de huevo, actualmente existen una gran variedad de turrones: con yema de huevo y azúcar, chocolate, naranja, sal de mar, avellanas, piñones, pistaches, entre otros. También ha sufrido adaptaciones geográficas, por ejemplo, en algunos estados como Puebla y Oaxaca, se elaboran postres incorporando frutas como el turrón de ciruela pasa.
Y a todo esto ¿por qué se consume en Navidad?
En el libro Conduchos de Navidad, del año 1582, escrito por el cocinero del Rey Felipe II, Don Antonio Martínez, se establece que los turrones se acostumbran desde hace mucho tiempo en las fiestas de Navidad de la ciudad de Alicante. De hecho, habla de que era costumbre pagar el salario navideño en dos partes, una con dinero y la otra con turrones. En esa época, por sus ingredientes y proceso de elaboración, solo las personas de la clase alta podían saborear turrones, así que se consideraba un gran regalo navideño. Además, la época de su preparación coincidía con la estación en la que los agricultores cesaban sus labores en el campo por los climas fríos, y se dedicaban a la producción turronera.
Para que no te quedes sin probar un turrón en esta Navidad, te invitamos a que prepares una versión más moderna: un delicioso turrón de chocolate crujiente.
Imágenes | Jonathan Pincas | Lablascovegmenu |
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