¿Cómo hacer para que la jícama no se seque? Quedará jugosa y crujiente con este método

¿Alguna vez has olvidado tus frutas o verduras en el refrigerador? Cuando lo recuerdas y los observas se encuentran secos y nada antojables. Hoy te compartimos cómo hacer para que la jícama no se seque, ¡quedará jugosa y crujiente con este método!

Protagonista de dorilocos, ensaladas y de las piñatas, la jícama es un fruto cuya palabra proviene del náhuatl xicamatl que significa “raíz de agua” y erróneamente considerado como un fruto, cuando en realidad es una raíz.

"Es pariente del frijol que se desarrolla como enredadera de hasta 4 o 5 metros, con un tubérculo de hasta 30 centímetros que puede pesar hasta 23 kilos. Después de la conquista española es México, la jícama fue llevada por los españoles a las islas Filipinas, de donde se extendió a muchas partes de Asia", indica el Fideicomiso de Riesgo Compartido.

El tubérculo posee un contenido que oscila entre el 86% y el 90% de agua, además de estar enriquecido con vitamina C, calcio, fósforo, potasio e hierro, junto con trazas de proteína y lípidos. Su agradable sabor dulce se atribuye a la presencia de oligo-fructosa, la cual no es metabolizada por el organismo humano, convirtiéndolo en una opción ideal para aquellos que padecen diabetes.

¿Cómo hacer para que la jícama no se seque?

Si alguna vez te preguntaste cómo conservar la jícama cortada o cuánto tiempo se deja la jícama en agua, según el Banco de Alimentos de Chicago ocurre lo siguiente:

Primero lava la jícama: Retira la cáscara usando un pelador de verduras o un cuchillo afilado. Corta en tiras o cubos. La jícama puede ser consumida cruda o cocinada.
Para refrigerar: guárdala entera y sin pelar por hasta 2 semanas. Una vez pelada, guárdala en un recipiente hermético cubierta con agua y cómela dentro de 3 días.
Para congelar: pela y corta la jícama como desees. Seca con palmaditas. Transfiérala a un recipiente o bolsa de plástico para el congelador y guarda por hasta 9 meses.