9 cosas que quizá no sabías sobre la comida que sirven en un avión

9 cosas que quizá no sabías sobre la comida que sirven en un avión
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Viajar en avión es muy lindo; su comida, no. Todavía no existe ser humano que aterrice y diga que tuvo el mejor festín de su vida mientras volaba. Para nadie resulta ya una novedad que los alimentos que sirven a bordo las aerolíneas son bastante insípidos y sin chiste.

No obstante, investigamos algunas cosas que podrían servirte para que en tu próximo vuelo puedas disfrutar un poco más el menú que te presente la azafata, o para que por lo menos no te hagas tantas ilusiones y tengas algunas precauciones.

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Acá te decimos 9 cosas que muy posiblemente no sabías de esta experiencia culinaria a miles de pies de altura:

  1. La razón principal de por qué la comida te sabe a nada depende un poco más de ti, que de la comida en sí misma. Resulta que la cabina de un avión está presurizada y la diferencia de altura hace que las papilas gustativas de la lengua pierdan alrededor de un 30% de su capacidad sensorial. Entonces, cada vez que te lleves algo a la boca y sientas que estás comiendo papel, recuerda que es porque tu cuerpo solito es incapaz de sentirlo de otra forma. Quizá el platillo no sea taaan malo.

  2. Lo que te comes en un avión tiene muchas más calorías que un correspondiente que pudieras probar en la tierra. Esto, debido a que, por nuestra incapacidad de percibir todo el sabor, quienes hacen esta comida procuran añadirle mucha más azúcar y sal con tal de que lo disfrutes un poco más.

  3. No tengas demasiadas expectativas de la comida en vuelos cortos. Por política de las aerolíneas, en éstos casos solo se sirven platos fríos. En los largos es mucho más común que sí los calienten.

  4. Ha pasado (muy poco, pero ha pasado) que a los pasajeros y sobrecargos les haga mal la comida. Por lo mismo, se tiene la regla que tanto el piloto, como el copiloto, coman cosas distintas. Es sólo por precaución. En caso de que llegara a ocurrir algo con la comida de quienes viajan, ellos podrían llegar a tierra a salvo para que a los demás les dieran atención médica inmediata.

  5. Si tienes alguna restricción alimenticia, hazlo saber a tu aerolínea con un margen razonable de tiempo. Normalmente pueden preparar algo adecuado a tu dieta. Eso sí: si no lo reservas previamente no tienen obligación de servírtelo.

  1. Evita fideos, pasta, arroz o alimentos fritos, ya que tienden a no mantener una textura uniforme cuando se recalientan en el vuelo y se convierten en un bocado insípido y sin chiste.

  2. En las clases ejecutivas generalmente dan cubiertos de metal para comer. Muchas personas piensan que los alimentos que dan en esta zona privilegiada son mejores (o por lo menos saben mejor). Pero no, todo es psicológico. Se han realizado estudios que han puesto a prueba a personas que comen lo mismo con o sin cubiertos de metal en un avión, y resultó que sólo por la adición de los utensilios valoraron mejor sus platillos.

  3. Por raro que parezca, el sabor del jugo de tomate es más intenso cuando la presión atmosférica es más baja; en condiciones normales se le llega a percibir como enmohecido. Debido a ello puedes disfrutar mucho más esta bebida en el avión, que en la Tierra. Deberías aprovechar la ocasión.

9 Contrario a lo que mucha gente piensa, siempre puedes repetir tu comida. La gente que se encarga de la planeación de las porciones que se suben a una aeronave calcula que cada quien puede repetir hasta unas tres veces su plato.

Fuentes: La Vanguardia | Público

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