Sabemos que al menos una vez en la vida lo han hecho, por la practicidad, la curiosidad sobre a qué sabe el condimento o simplemente porque está en oferta o muy económico. Pues te tenemos una pregunta que tal vez no te encante la respuesta. ¿Es seguro consumir el pollo en charola que venden en el súper?
No lo decimos nosotros, esto es lo que dice un experto químico en alimentos sobre este tipo de alimentos que encuentras en el supermercado. Es posible que encuentres pollo natural que te venden como pollo fresco en charolas, incluso los venden condimentados o adobados, pero tal vez no sea la mejor opción.
¿Pollo en charola inflado?
Es muy común que al visitar supermercados varios encontremos estantes (en el pasillo cercano a los alimentos refrigerados) con charolas de diferentes carnes como pollo, pescado, carne de res o de puerco. Estos paquetes suelen estar en charolas cubiertas con papel film, y desafortunadamente es muy frecuente verlas infladas o con cierto líquido en su interior.
Probablemente, si preguntas te dirán que es por el cambio de temperatura de cuando lo sacan de refrigeración al pasillo, pero hay señales evidentes de que algo no se ve bien en esa carne. Esto le pasó a un usuario de TikTok llamado @ahorradorcompulsivo y se hizo tan viral que el ingeniero en alimentos decidió explicar lo que sucede.
Esto es lo que dice un ingeniero en alimentos y biotecnólogo
Rafael Carbajal -un ingeniero en alimentos y biotecnólogo- respondió a la pregunta sobre si es bueno o no consumir este tipo de pollos en dicha presentación. Menciona que al ser carne cruda es muy delicada con los microorganismos. Lo que sucede con este tipo de carnes es que al no tener refrigeración, los microorganismos tienen la oportunidad de crecer y proliferar con mucha facilidad.
También menciona que es poco probable que la razón de que la charola de los pollos esté inflada sea por la temperatura, ya que se encuentran estos estantes a una temperatura ambiente, y hay mucha probabilidad de que sea crecimiento microbiano que es capaz de generar gases, es lo que causa que el plástico que resguarda el pollo se infle.
La cocción de este pollo no será la solución
Si estabas considerando comprarlo y ponerlo a cocer a altas temperaturas en la olla de presión, lamentablemente tampoco es la mejor opción. Los microorganismos tuvieron una buena ventana de tiempo para crecer porque no se sabe desde qué hora se encuentra fuera de refrigeración y ni hablar de la congelación. Algunas de las toxinas que se generan en el proceso no se eliminan con el calor.
Lo mismo ocurre con cajones del área de carnes y pescados que ofrecen estas proteínas a granel y solo debes de tomar la pieza que vas a llevarte. Al ser pollo sin refrigeración la carga microbiana es inminente y aunque lo llegues a refrigerar en casa, no te durará mucho tiempo.
Rafael Carbajal recomienda definitivamente no comprar y mucho menos consumir este tipo de alimentos en condiciones poco higiénicas y salubres.
De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios, estas bacterias o microorganismos varios pueden ser causantes de intoxicaciones leves, pero también existe la posibilidad de que el responsable sea un microorganismo mucho más peligroso como la Clostridium botulinum, una bacteria productora de la potente toxina botulínica, cuya ingesta produce graves síntomas, pudiendo llegar a ser mortal.
Lo mismo ocurre con pescados y mariscos
En ocasiones la exhibición de las proteínas se hace con cajones cubiertos de hielo, no obstante sigue sin estar en refrigeración y al romperse la cadena de frío una vez; de inmediato acorta la vida útil del producto y el tiempo apropiado de consumo. Para decidirte si deberías o no comprar un producto de estas áreas de supermercado, considera que tanto pescados congelados como pollos deberán estar cubiertos en su totalidad por el hielo, idealmente solo debe estar expuesta la cabeza, por ejemplo, además de que el hielo debe estar cambiándose continuamente.
| Imágenes obtenidas de @ahorradorcompulsivo |
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