¿Te acuerdas del documental Super Size Me (Súper engórdame, en su traducción al castellano), en el que a través de una arriesgada prueba de sólo alimentarse en McDonald’s por 30 días, un hombre puso en jaque a las cadenas de comida rápida en todo el mundo?
Bueno, tenemos una noticia que seguro te interesa: el mismo protagonista, Morgan Spurlock, acaba de hacer pública Super Size Me 2: Holy Chicken!, la segunda parte de su exploración de las formas en que los consumidores se engañan a sí mismos en su búsqueda de la "comida rápida saludable”, a través del pollo (especialmente el frito).
En esta ocasión, en vez de demostrar de forma tan cruda cómo es que luego de un mes de desayunos, comidas y cenas en McDonald’s el director del documental ganó 11 kilos de peso, tuvo problemas hepáticos y hasta de disfunción eréctil, ahora explora cómo el uso de algunos términos como "fresco", "natural" y "campo libre" logran que millones de estadounidenses (y de personas en todo el planeta) crean que comen mejor, cuando no es así.
En la segunda entrega de su documental Spurlock abre su propio restaurante de comida rápida, basada únicamente en pollo frito. Es por eso que puede hablar del tema: él mismo se vuelve a involucrar dentro de todo.
Se tocan aspectos de maltrato animal, malas prácticas de los grandes corporativos detrás de las más famosas cadenas de este estilo de comida y, algo muy importante: la forma en que la mercadotecnia favorece la desinformación y mitificación de un alimento que no solo no es lo que aparenta, sino que resulta perjudicial para la salud y para el medio ambiente.
Esta nueva producción acaba de ser estrenada en algunos cines de Nueva York, Los Ángeles y Chicago el pasado 6 de septiembre, y este 13 se presentará lo harán en otras ciudades de Estados Unidos. A México no ha llegado aún y esperamos que eso ocurra pronto. No obstante, se sabe que su exhibición (en donde logre exhibirse) será por tiempo limitado.
Fuentes: The New York Times | Cadena Ser