El World Trade Center de la Ciudad de México huele a pan recién horneado. La Expo Pan 2019 está en todo su esplendor y ese olor que cautiva a cualquiera es solo una de las razones que ha reunido a cerca de 20 mil personas a lo largo de cuatro días, desde el 21 hasta este sábado 24 de agosto. El evento, como pudimos darnos cuenta, es mucho más que sólo stands rebosantes de croissants, conchas y pan de muerto. En serio, es mucho más.
Caminar por sus pasillos es perderse entre las mil y una formas que existen para hornear harinas, los secretos de los que echa mano un pastelero parar lograr tonos y texturas específicas en sus creaciones, las bondades de ciertos ingredientes, lo que hay detrás de una simple galleta o la masa de una pizza.
Muchos stands eran solo de exposición de producto a clientes, pero en muchos más se daban talleres, cursos, demostraciones y hasta se armó un restaurante pop up del chef francés Guy Santoro.
Intentamos escuchar y probar todo lo que pudimos, pero no lo logramos. Era demasiado. A media visita ya habíamos comido muffins de taro con colitas de sirena, tartaletas de higo, rebanadas de pizza casera estilo napolitano, chocolates de repostería, panqués con forma de perrito y hasta pan de muerto.
Todo era delicioso, estaba recién hecho y comerlo resultaba más interesante una vez que te explicaban todos los procesos de donde venía la comida.
Ese quizá fue uno de nuestros mayores hallazgos: el hecho de que realizar la trazabilidad incluso de una barrita energética artesanal es importante para saber exactamente qué comemos. ¿Tú tienes idea de dónde provienen los colorantes de los betunes, mermeladas y hasta cubiertas de los panecillos que tanto te gustan? ¿Tienes idea de qué es una máquina Thermomix? ¿Sabes de dónde viene el amaranto y los granos de las baguetes que te comes en el desayuno?
Por insignificante que parezca, es muy importante. Sabemos que si hay algo que en la actualidad nos haga falta a todos es tiempo, pero tomarte unos minutos para investigar ciertas cosas de la composición y preparación de la panadería, repostería y chocolatería que consumes puede hacer la diferencia entre comer algo muy rico, y comer algo muy rico, nutritivo y que no sea nocivo para tu organismo.
Luego de darnos una vuelta por muchos, muchos stands dentro del WTC, salimos con la barriga llena, el corazón contento, muchos bizcochos en la bolsa, algunos llaveros y aretes en forma de cuernitos de mantequilla, y la certeza de que el pan nos une por muchos motivos. Y que ojalá sea así siempre, pero de forma responsable en todos los sentidos. ¡Aún tienes dos días para asistir a este evento!
Costo de la entrada: $100 pesos. Dónde: Montecito 38, Nápoles.
