Un estudio realizado por la firma de inversión UBS asegura que la comida hecha en casa puede ser una cosa del pasado, esto debido al gran crecimiento de las aplicaciones de entrega de alimentos. Se estima que para el 2030, la entrega de alimentos a través de aplicaciones en línea controle el 10 por ciento del mercado total de servicios de alimentos.
Aplicaciones como Uber Eats han hecho posible que los consumidores reciban en la puerta de su casa comida de restaurantes que de otro modo no ofrecerían entregas a domicilio, ofreciendo una amplia gama de opciones. Y esto es sólo el comienzo, en un futuro podremos ver como robots y drones entreguen comida en miles de casas, reduciendo los costos y haciendo más atractivo el pedir comida que el cocinar en casa.
Los millennials tienen tres veces más probabilidades de ordenar comida que sus padres. La razón principal es la conveniencia que ofrece la entrega de alimentos, y en segundo lugar es la calidad de los restaurantes entre los que puedes escoger. Hace un par de años la entrega de comida a domicilio se limitaba a pizzas, comida japonesa y alguno que otro tipo de comida considerada “rápida”. Hoy en día, gracias a este tipo de aplicaciones, podemos pedir comida a una gran variedad de restaurantes.
Todo esto podría tener un impacto negativo en muchas empresas, por ejemplo, los supermercados y los productores de alimentos que dependen de las ventas de productos de comida preparada o para preparar en casa, como las harinas para preparar pasteles o los macarrones con queso. Entre las empresas señaladas por el reporte, se encuentran General Mills, Kraft Heinz, Nestlé y Unilever. Así como las empresas que venden electrodomésticos. La arquitectura de las casas también tendría un cambio radical, si las cocinas ya no se usan, entonces los nuevos diseños incluirían casas sin cocinas o con cocinas muy pequeñas.
Los especialistas también auguran un futuro en el que las “cocinas oscuras” serán la norma. Es decir, lugares totalmente automatizados donde sólo se produciría comida para entregas a domicilio. El costo total de producción de una comida cocinada en este tipo de lugares podría acercarse al costo de la comida casera, y sin tener que invertir tiempo en su preparación.
Y aunque es cierto que cada vez es más barato y más conveniente pedir a un restaurante que cocinar, también es cierto que otros estudios demuestran que los consumidores, incluidos los millennials, pasan más tiempo en casa y en realidad cocinan más. Además, existe una creciente tendencia a comer y cocinar alimentos saludables y frescos. Prueba de ello son el crecimiento de la industria de los kits de comida con ingredientes y recetas para preparar en casa.
Pero no todo esta perdido. Otros estudios han demostrado que muchos millennials son todos unos foodies, así que para ellos la comida es toda una experiencia. Aproximadamente un tercio de sus comidas incluyen algo preparado en casa, aunque es cierto que, dentro de la categoría de lo casero, se incluyen cosas como una ensalada o comprar algo ya preparado y “mejorarlo”. También se ha observado que, aunque los millennials buscan comodidad, al momento de que empiezan sus propias familias y tienen hijos, su interés por los alimentos frescos aumenta y quieren involucrarse en la preparación de alimentos.
Es cierto que el ahorro del tiempo y la comodidad son factores súper importantes que han hecho de las entregas de comida a domicilio sean un éxito, pero ¿es eso suficiente para reemplazar la experiencia de una cocina y una comida casera? Por lo mientras, las grandes empresas de alimentos deben estar al pendiente de las tendencias y, si es posible, diversificar sus ventas a nuevas oportunidades de crecimiento como supermercados en línea, comidas listas para el consumo, restaurantes de servicio rápido, entre otros.
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