Además de ser deliciosa, nutritiva y versátil en un platillo, a la papa se le ha descubierto un nuevo uso: alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) lograron crear vasos biodegradables con la cáscara del tubérculo.
¿Sabes cómo lo lograron? Crearon un bioplástico que resiste bebidas con temperaturas de hasta 150 grados Celsius, lo cual es mucho, dado que porciones regulares de café o té van de los 35 a 45. Por lo tanto, hay seguridad de que estos vasos color arena no se destruyan con facilidad mientras se les usa. Encima, los investigadores planean usarlo para otro tipo de recipientes que puedan ser sustituir el uso del plástico ordinario.
A su vez, la gran ventaja de ellos es que tienen un periodo de entre tres y cinco meses para degradarse. También es importante decir que, desde su producción a su degradación, no causan impactos negativos al medio ambiente. Tampoco añaden sabores extraños a las bebidas.
De acuerdo con Joel Sánchez Díaz, uno de los creadores del proyecto, éste nace del problema de la alta demanda que existe de plásticos elaborados con polímeros sintéticos, por lo que se convierte en una alternativa que transforma residuos orgánicos en productos de uso común para el país.
Si aún no logras ver lo buena que es esta noticia, toma en cuenta o siguiente: en México, de los 100 millones de toneladas de papa que se producen anualmente, sólo el 33 por ciento se recicla. Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Recicladores (INARE), en 2012, sólo se reciclaron 67 millones 810 mil 700 toneladas de desechos plásticos no biodegradables.
Impresionante, ¿no? Al parecer la papa es mucho más benéfica de lo que pensábamos. Larga vida al talento mexicano.
Fuente: Agencia Informativa del IPN.