¿Ya no sabes qué hacer de comer rico y saludable? No te preocupes más, porque hoy sabrás cómo hacer una fresca y rica 'Ensalada de manzanas con espinacas': rápida y deliciosa.
- Lava las espinacas en agua fría y escúrrelas bien. Si las hojas son muy grandes, puedes cortarlas en trocitos.
Corta la manzana en cubos o rodajas finas. Si prefieres mantener la cáscara, asegúrate de lavarla bien. Si no, puedes pelarla antes de cortarla.
Pica las nueces o almendras en trocitos.
En un tazón grande, mezcla las espinacas, la manzana y las nueces o almendras. También puedes agregar el queso feta o de cabra si deseas.
En otro tazón de menor tamaño, prepara el aderezo mezclando el vinagre balsámico, el aceite de oliva, la mostaza Dijon, la sal y la pimienta. Revuelve bien hasta que todos los ingredientes estén combinados.
Vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla bien para asegurarte de que todas las espinacas y las manzanas estén bien cubiertas con el aderezo.
Ahora sí, podrás servir tu ensalada de manzanas con espinacas y disfruta de esta deliciosa y refrescante combinación de sabores para tu dieta del día a día.
Tips para evitar que las manzanas se oxiden
Para evitar que las manzanas de tu ensalada se oxiden rápidamente y mantengan su aspecto fresco y apetitoso, puedes seguir estos consejos:
Sumerge en agua cítrica: La vitamina C presente en cítricos como el jugo de limón o de naranja puede ayudar a retrasar el proceso de oxidación. Corta las manzanas en rodajas o cubos y sumérgelas en un tazón con agua fría y unas gotas de jugo de limón o naranja durante unos segundos antes de usarlas en tu ensalada o receta.
Guárdalas en un recipiente hermético: Después de cortar las manzanas, guárdalas en un recipiente hermético o en una bolsa de almacenamiento de alimentos para evitar que entren en contacto con el aire y se oxiden más rápidamente.
Utiliza envolturas de plástico: Envuelve cada pieza de manzana en plástico transparente también puede ayudar a evitar la exposición al aire y retrasar la oxidación.
Sumerge en agua salada: Una alternativa al agua cítrica es sumergir las manzanas en una solución de agua salada. Mezcla 1/2 cucharadita de sal en 4 tazas de agua fría y sumerge las manzanas durante unos segundos antes de usarlas.
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