Cómo hacer que no se haga reseco y duro el pan de muerto

El pan de muerto es un elemento indispensable en la ofrenda o altar del Día de Muertos en México. Sin embargo, te has preguntado, ¿cómo hacer que no se haga reseco y duro el pan de muerto?

En la época prehispánica se hacía la "papalotlaxcalli" o pan de mariposa que era como una tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa o rayos (xonicuille) hechos a base de amaranto y "pan ázimo" que era un pan de maíz seco y tostado.

Sahagún lo describe como yotlaxcalli, un pan que no llevaba cal. Otros ofrecían tamales llamados xucuientlamatzoalli y maíz tostado conocido como izquitil. Casi toda la ofrenda estaba compuesta de amaranto, considerado un alimento especial, según indica el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.

"Relata fray Diego de Durán en su crónica sobre la ofrenda de Huitzilopochtli, que la gente en esta celebración "no comían otra cosa que no fuera tzoalli con miel", con dicha mezcla a base de amaranto y miel de avispa o maguey, hacían un gran ídolo a imagen del Dios, lo adornaban y vestían, de igual manera elaboraban huesos grandes que depositaban a los pies del ídolo, además ofrendaban otros "panes" como tortillas pequeñas; pasada la fiesta se los dividían para comer".

El equivalente al actual pan de muerto era el 'huitlatamalli', una especie de tamal. En la época prehispánica se elaboraba el 'papalotlaxcalli' o pan de mariposa, que era exclusivo de esta ceremonia. Consistía en una tortilla a la que se le imprimía un sello en forma de mariposa sobre la masa cruda y, una vez cocida, se decoraba con colores vibrantes.

Cómo hacer que no se haga reseco y duro el pan de muerto

Para evitar que el pan de muerto se ponga duro y mantenerlo suave por más tiempo, sigue estos consejos:

Almacenamiento adecuado: Guarda el pan en una bolsa hermética o envuélvelo en papel film una vez que se haya enfriado por completo. Esto evita que el aire lo reseque.
Congelación: Si no vas a consumir el pan en los próximos días, congélalo. Colócalo en una bolsa hermética, eliminando el exceso de aire. Cuando quieras comerlo, descongélalo a temperatura ambiente o caliéntalo ligeramente en el horno.
Uso de ingredientes frescos: Asegúrate de utilizar ingredientes frescos y de calidad, especialmente la levadura, ya que un buen levado ayudará a que el pan sea más suave y dure más tiempo.
Evita sobrecocinarlo: Hornea el pan justo el tiempo necesario. Si lo cocinas de más, perderá humedad y se endurecerá más rápido.
Humedad en el horno: Durante el horneado, coloca un recipiente con agua en el horno para generar vapor. Esto ayuda a mantener la humedad del pan.
Calentarlo antes de servir: Si el pan ya está algo duro, puedes suavizarlo calentándolo ligeramente en el horno o en el microondas, envolviéndolo en una toalla húmeda para que recupere parte de su humedad.