¡Un bolillo pa'l susto! Todos los mexicanos hemos an alguna ocasión escuchado o dicho esta expresión coloquial, y es que este remedio de las abuelitas para tranquilizar a las personas después de algún evento traumático es una de los mitos más arraigados en nuestro inconsciente cultural.
¿Pero?, ¿por qué se dice eso y tiene alguna explicación científica? en Directo al Paladar México nos hemos dado a la tarea de buscar y realizar una investigación sobre este remedio que a muchos nos ha ayudado en momentos de estrés postraumático, especialmente después de esas sacudidas de tierra que tanto nos asustan a los mexicanos, en especial a los capitalinos.
¿Qué es el miedo?
Para comenzar con esta investigación primero tenemos que identificar ¿qué es el miedo?; de acuerdo con los sicólogos investigadores de la U.N.A.M. el miedo forma parte de las emociones básicas que juegan un papel crucial en la condición humana, pues generan que por medio de estas que el ser humano se enfrente al medio que lo rodea, ya que desde el momento de la concepción este cuenta con un repertorio de emociones que se van afinando a lo largo de su desarrollo, con el objetivo de emitir una conducta apropiada a su medio y facilitar la adaptación.
La reacción de miedo se produce ante un peligro real, siendo esta reacción proporcional al estímulo que lo ocasiona, en palabras de la Real Academia de la Lengua Española; el miedo es: "la perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario; recelo o aprensión que uno tiene que le suceda una cosa contraria a lo que desea."
Un [bolillo](Cómo hacer molletes con longaniza. Receta con longaniza fácil para un desayuno o cena fácil y rápido) sí puede ayudar a estabilizar la glucosa en la sangre y a contrarrestar la sensación de hueco en el estómago después de un susto. Investigadores U.N.A.M.
¿Por qué se recomienda un bolillo para neutralizar el miedo?
Cada vez que una persona se asusta, el cuerpo, como forma de defenderse, segrega adrenalina y cortisol provocando que la respiración se corte, que se acelere el ritmo cardiaco y que los músculos se endurezcan, también, se produce sudoración en las manos y los niveles de glucosa en la sangre se alteran temporalmente para que el organismo la guarde y disponga de ella en caso de emergencia.
Además, como respuesta al estrés, el organismo secreta jugos gástricos, los cuales pueden ocasionar acidez o hasta nauseas; es por esta razón que según una publicación de la Dirección de Nutrición de la U.N.A.M., comer un bolillo sí puede ayudar a estabilizar la glucosa en la sangre y a contrarrestar la sensación de hueco en el estómago después de un susto, ya que los carbohidratos y las grasas inhiben la producción de acido gástrico.
Además de que el mero acto de masticar un alimento puede funcionar como distractor y ayudar a mitigar los efectos del susto, así que ya lo sabes, la próxima vez que tu abuelita o alguien te ofrezca un bolillo después de cualquier situación adversa, en lugar de hacerle el feo agradece y cómetelo con gusto para equilibrar tu cuerpo y mente.
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