Las orquídeas son un tipo de flores exótica que cautivan a más de uno con su belleza y elegancia. Aunque su cuidado puede ser un desafío, no es imposible, ya que hoy conocerás las razones más comunes por las que tu orquídea no crece y los consejos para reavivarla y devolverle su esplendor.
8 razones por las que tu orquídea no crece
Existen diversas factores por las que esto puede estar ocurriendo que tu planta no se desarrolle por completo, y en la mayoría de los casos, hay soluciones que puedes realizar para revivirla.
1. Iluminación inadecuada
Las orquídeas necesitan luz indirecta y brillante para prosperar. Si la luz es demasiado intensa, las hojas pueden quemarse. Por el contrario, si la luz es insuficiente, la planta se verá pálida y su crecimiento se verá afectado.
2. Riego incorrecto
Son epífitas, lo que significa que obtienen sus nutrientes del aire y la humedad. Es importante regarlas con regularidad, pero sin ahogar las raíces. Un exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces, mientras que la falta de agua puede hacer que las hojas se marchiten y se caigan.
3. Temperatura no adecuada
Las orquídeas prefieren temperaturas templadas, entre 18 y 24°C. Si la temperatura es demasiado fría o demasiado caliente, la orquídea puede dejar de crecer.
4. Humedad ambiental baja
Las orquídeas necesitan un ambiente con alta humedad para prosperar, ya que si el aire es demasiado seco, las hojas de la orquídea pueden secarse y caerse.
5. Problemas con las raíces
Las raíces de las orquídeas son delicadas y pueden dañarse fácilmente, pues si las raíces están podridas, rotas o infestadas de plagas, la orquídea no podrá crecer adecuadamente.
6. Enfermedades y plagas
Las orquídeas pueden ser susceptibles a diversas enfermedades y plagas, como hongos, bacterias y cochinillas. Estas enfermedades y plagas pueden dañar la planta y afectar su crecimiento.
7. Requieren ser fertilizadas
Las orquídeas necesitan fertilizante especial para orquídeas. Si no se fertilizan adecuadamente, pueden tener un crecimiento lento o detenerse por completo.
8. Cambio de maceta
Si la orquídea está en una maceta demasiado pequeña o con un sustrato inadecuado, esto puede afectar su crecimiento. Por lo que es importante trasplantar la orquídea a una maceta más grande y con un sustrato adecuado cada dos o tres años.
Cómo reavivar una orquídea para que se vea hermosa
Ubica tu orquídea en un lugar con luz indirecta brillante, como cerca de una ventana orientada al este o al oeste. Evita colocarla bajo la luz solar directa, especialmente durante las horas más calurosas del día.
Es mejor regar por la mañana para que la planta tenga tiempo de absorber el agua antes de la noche.
Ubica tu orquídea en un lugar con temperatura templada y evita exponerla a corrientes de aire frío o calor excesivo. Si vives en un clima extremo, es posible que necesites utilizar un humidificador o un ventilador para mantener la temperatura y la humedad adecuadas.
Aumenta la humedad ambiental alrededor de tu orquídea colocando un humidificador cerca o colocando la maceta sobre una bandeja con guijarros húmedos. También puedes agrupar las orquídeas entre sí, ya que esto ayudará a crear un microclima más húmedo.
Inspecciona las raíces de tu orquídea con regularidad. Si observas raíces podridas, córtalas con un cuchillo afilado y desinfectado. Si las raíces están infestadas de plagas, trata la planta con un insecticida o fungicida adecuado.
Observa tu orquídea con atención para detectar cualquier signo de enfermedad o plagas. Si observas algún problema, trata la planta con un fungicida o insecticida adecuado.
Fertiliza tu orquídea cada dos o tres semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante diluido en agua. Sigue las instrucciones del fabricante para evitar un exceso de este en la planta.
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