La granola es una gran protagonista de desayunos, postres y colaciones. Buscarla en el supermercado implica pasar por delante de decenas de marcas distintas que ofrecen variedades que parecen deliciosas, pero que desafortunadamente tienen muchos azúcares añadidos. Muchos, en serio.
Pensando en ello hoy te traemos una receta facilísima de granola casera para que la hagas en tu casa y controles de inicio a fin los ingredientes que le pondrás y las cantidades de los mismos. La gran ventaja es que podrás variar ingredientes cuantas veces quieras y replicar la receta de forma distinta una y otra vez.
Precalienta tu horno a 180 o 190 grados.
Lava la quinoa con mucha agua. Cámbiasela unas tres o cuatro veces, hasta que ya no salga blanca. Escurre la quinoa.
En un sartén pon a calentar un chorrito de aceite de oliva.
Agrega lentamente la miel.
Adiciona todos los ingredientes, a excepción de los arándanos secos y las blueberries.
Una vez que el aceite y la miel hayan cubierto toda tu granola, pasa a una charola y métela al horno por 20 minutos, más o menos
Una vez que la granola esté dorada, déjala enfriar, despégala del recipiente y agrega los frutos secos.
Guárdala en un frasco de vidrio, especialmente si es hermético.
Tu granola casera está lista. Solo es cuestión de que decidas con qué acompañarla (incluso sola es buenísima) para hacer mejor tu día.