Las crepas son ricas a todas horas, pero en el desayuno son garantía de que tendrás un día espectacular. Por eso es que hoy te sugerimos la receta de éstas con flor de calabaza, queso y elote, para que tu jornada empiece con mucho amor y con muchos vegetales.
Todos los ingredientes los puedes tener a la mano, así que te llevará unos cuantos minutos tenerlas lista. Sólo será cuestión de que las acompañes de un buen cafecito o té de menta, y lo demás vendrá en consecuencia.
¡Que las disfrutes!
En una licuadora mezcla la leche, la harina, la pizca de sal y la mantequilla bien derretida. Procésala y, cuando no tenga grumos, ponla en un recipiente y métela al refrigerador por 15 minutos.
En un sartén, pon un chorrito de aceite de oliva y sofríe las cebollas. Luego adiciona los granos de elote. Asegúrate de que queden doraditos y, las cebollas, acitronadas. Reserva en un tupper.
Lava las flores de calabaza y apártalas.
Limpia perfectamente con un papel absorbente la superficie del sartén. Saca la mezcla del refri y vacía un chorrito sobre la superficie caliente. La masa debe cubrir toda la cara del sartén.
Cuando empieces a notar burbujitas en la superficie es momento de que le des la vuelta a la crepa. Baja el fuego a lo mínimo.
Agrega una capa de queso manchego sobre la superficie cocinada de la crepa. Encima pon los elote y cebollas fritas, así como flores de calabaza.
Dobla por la mitad la crepa y espera a que el contenido esté completamente cocinado y se haya derretido todo el queso.
Sirve en un plato amplio. De preferencia dos por persona, pero depende del gusto de cada quien. Decora con más quesito derretible encima y acaba con una flor de calabaza en la parte superior.
¡Listo!