Esta receta es un gran placer culposo que tenemos algunos a menudo. Es bien sabido que la receta tradicional de migas caldosas con espinazo le pertenece nada más y nada menos que al barrio de Tepito, en la Ciudad de México, pero pensamos que no siempre hay tiempo para ir hasta allá solo para disfrutarlas con tostadas, chilitos, orégano y una cerveza helada (aunque eso sería lo ideal).
Por eso hoy te preparamos esta receta especial de migas de espinazo de cerdo estilo Tepito. Así ya podrás cocinarlas cuando te hagan falta en el alma (y tu cruda esté de campeonato). Las tendrás listas en sólo 40 minutos, y hasta podrás usar ingredientes que tienes guardados en la alacena hace mucho tiempo.
Pongámonos manos a la obra, esto se ve que estará bueno.
Lo primero que debes hacer es poner a remojar los chiles en agua hirviendo por cinco agua. Pasado el tiempo, sácalos y ponlos a escurrir.
Luego pon a hervir en una cacerola grande el espinado en trozos pensados para raciones individuales. Agrégale la cebolla, un ajo entero y sal al gusto.
Cuando la carne esté a punto de quedar lista, baja la flama y retira dos tazas del caldo. Pon a remojar en ellas los bolillos cortados en pedazos pequeños. Cuando estén completamente aguaditos, sácalos, exprime y reserva.
Licúa los chiles con los jitomates. Esa pasta debes fritarla un momento en una cazuela aparte y, una vez que esté completamente cocida, sazónala con los clavos de olor, el orégano, la sal y dos ajos finamente picados. Al primer hervor, apaga y vacíala donde está la carne y el caldo.
Sube la flama en la cacerola grande y revisa el sazón de la comida. Es posible que necesites un poco más de sal o de hierbas de olor.
Pon a hervir los huevos hasta que queden duros. Cuando enfríen, quítales el cascarón y córtalos por la mitad. Reserva.
Cuando haya hervido unos veinte minutos, agrega los bolillos remojados en el caldo y los huevos duros cortados por la mitad. Tapa la cacerola y mantén al fuego por cinco minutos más.
Sirve en porciones abundantes, intentando poner de todo en cada plato. No olvides ponerle crema y orégano molido y seco al final, así como acompañarlo de una infaltable cerveza. ¡Te sabrá a gloria!