Cocinar con vapor es un lujo que podemos darnos sin necesidad de mucha producción en nuestra casa, consiguiendo resultados magníficos. A continuación te contamos las ventajas de esta fácil y saludable forma de preparar tus alimentos, que sacará de muchos apuros en poco tiempo.
Primero, debes tomar en cuenta que hay de dos opciones: usar una vaporera eléctrica, o improvisarla nosotros mismos con un colador y una olla con tapa bastante hermética. Algo bueno de las máquinas eléctricas es que vienen con una alarma auditiva que te avisa cuándo debes rellenar el depósito de agua; no obstante, hacerlo de forma manual te permite tener mayor control en tu preparación.
¿Por qué preferir el vapor a cualquier otra forma de cocción?
Hay varias razones, pero una de las principales es que no adiciona grasas a los alimentos, lo cual la hace una alternativa muy saludable y baja en calorías. Bastante recomendable si entre tus propósitos está el de bajar de peso.
Otra cosa que la convierte en buena opción es que, al no poner en contacto directo con el agua a los alimentos, éstos conservan la mayoría de sus nutrientes. También resulta conveniente que pueden cocinarse varios productos (tanto carne, como vegetales) sin que los vapores alteren el sabor de unos y otros.
Algo muy conveniente es que, especialmente cuando se utilizan verduras de temporada, el hecho de que no se degraden sus nutrientes por factores externos a los de la olla permite que sus colores se mantengan intactos.
Tips prácticos para cuando cocines al vapor
De preferencia, pon papel para hornear sobre la rejilla metálica que separa a los alimentos del agua. Eso hará que no se peguen a dicha superficie.
Condimenta las verduras antes de meterlas a la olla, pero no las sales. Este condimento debes ponerlo al último, ya que siempre provoca que los ingredientes se deshidraten.
Si vas a cocer carnes al vapor, que sean las más magras que encuentres. Sólo así lograrás que queden verdaderamente jugosas.
Si te gusta la comida aromatizada con especias, agrega algunas ramitas desde que empieces a hervir el agua.
Siempre evita usar aceite para este tipo de cocción. Utilizarlo sólo hará que se retarde el tiempo en que esté lista la comida y le agregará calorías y olor indeseados a la preparación.
Si haces todo de forma manual, recuerda siempre tener hirviendo el recipiente con suficiente agua. El vapor generalmente nunca quema la comida, pero si puede quedar reseca si se pasa de tiempo y no tiene hidratantes.
Fuentes: