¡Se acerca el día no oficial de los tamales! Qué exquisita festividad tenemos los mexicanos y qué habilidad para poder acompañar de deliciosos platillos casi todas nuestras celebraciones, y es que es parte de nuestra cultura ¿Qué podemos hacer? Mejor nos dedicamos a recrear recetas deliciosas, así que hoy vas a aprender a hacer tamales de fresa rellenos de queso crema, porque las tradiciones siempre son importantes, pero de vez en cuando no está mal reinventar los platillos.
¿Por qué decimos día no oficial? En nuestra cultura popular, el día dos de febrero se concluyen las festividades de la Navidad, es el día en que se llevan las candelas a bendecir (de acuerdo con la religión católica y el sitio en línea del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas) y para celebrar esta festividad milenaria se acostumbra comer tamales.
La tradición de los tamales
Con el paso de los años, además de los motivos de la religión católica, cada seis de enero se parte la Rosca de Reyes y aquel que le salga el muñeco o el niño está cordialmente invitado a patrocinar los tamales o el atole a los demás integrantes con los que partió la rosca el dos de febrero; Día de la Candelaria.
En náhuatl se les conoce como tamalli al tamal y significa envuelto cuidadoso que como sabrás si has envuelto tamales, es una descripción muy precisa, eran elaborados para las celebraciones hacia Tláloc y Chalchiuhtlicue (dioses del agua) y según datos del INPI existe una posible coincidencia con las fechas. Por lo tanto, los tamales datan de las culturas indígenas y evolucionaron para darle un motivo idiosincrático hasta nuestros días.
El tamal es el legado de varios siglos de culturas indígenas diversas y con mucho orgullo se ha ganado su permanencia en la gastronomía nacional e internacional por ser una delicada delicia para nuestros paladares.
Vamos a empezar por lavar con agua las hojas para tamal. Separa las hojas más grandes y bonitas para que no tengamos problema a la hora de envolver.
Sumérgelas en agua caliente mientras preparamos todo lo demás, y 10 minutos antes de empezar a envolver escúrrelas y sécalas.
Para esta receta vamos a necesitar masa para tamal preparada. A veces no contamos con el tiempo, los recursos o el conocimiento para hacer el método tradicional del proceso de la masa como la nixtamalización o la molienda del maíz, por eso te recomendamos ir al molino más cercano de casa (en los supermercados también hay) y comprar 1 kilo de masa para tamal dulce. Normalmente esta masa preparada ya viene endulzada o salada, según la pidas tú, pero siempre puedes agregar más dulzor si lo prefieres.
Con tus fresas previamente lavadas y desinfectadas; lleva 500 gramos a una cacerola con tres tazas de agua y una raja de canela.
Cuando esté a punto de hervir, baja el fuego a una intensidad media y agrega 200 gramos de azúcar mascabado. Con ayuda de un machacador comienza a aplastar tus fresas hasta hacer una especie de puré, no importa que no quede perfectamente deshecho.
Cuando tengas tu puré o mermelada de fresa, rectifica el nivel de dulzor y si es necesario agrega más. Tapa tu cacerola y deja que se reduzcan las fresas a fuego medio bajo.
Mientras se reducen las fresas puedes empezar a secar las hojas para tamal. Una vez que tengan la textura de mermelada casera, retíralas del fuego y coloca sobre un recipiente con hielos para comenzar a enfriar mientras preparamos la masa.
Si el dulzor de tu masa todavía no está como te gusta, agrégale los 200 gramos restantes del azúcar, bate de forma envolvente, agrega el polvo para hornear y vuelve a batir de forma envolvente; esto hará que queden esponjocitos.
Por último agrega las gotas de colorante rojo, puedes agregar primero cinco, batir y después ir de dos en dos batiendo para conseguir el color deseado y que no sea un rojo penetrante.
Con los 200 gramos de fresas que sobraron vas a partirlos en cubos pequeños y vas a incorporarlos a la masa para tamal, y de nuevo batimos de forma envolvente.
Ahora sí, estamos listos para envolver tamales.
Elige las hojas de tamal más grandes y bonitas que encuentres, con una cuchara sopera de buen tamaño agrega una cucharada de nuestra masa preparada dos dedos abajo de ¿l inicio de la hoja, reparte para que el tamal quede de un buen largo y trata de dejar un pozo en medio de la masa. En ese huequito vas a agregar una cucharada de nuestras fresas machacadas y una cucharada pequeña de queso crema. Con ayuda de tu hoja de tamal y tu cuchara de masa intenta redondear el relleno y si es necesario agrega un poco más de masa para cubrirlo.
Con la misma hoja de tamal puedes ayudarte a ir cubriendo el relleno, envuelve con el extremo de la hoja y dobla la colita de la hoja de tamal hacia arriba. Debe de quedar algo así, aunque también puedes amarrarlo con una tirita d la misma hoja de tamal.
En una vaporera agrega agua hasta el límite que indique, normalmente la olla tiene marcada la línea o solo calcula que quede debajo de la parrilla.
Con las hojas que nos sobraron vamos a hacer una cama en la parrilla que se pone dentro de la olla, colocamos los tamales parados para que no se desenvuelvan y tápalos con una servilleta de tela limpia, luego coloca la tapa de la olla y llévalos a la estufa a cocer.
Un secreto familiar que compartimos es que para que los tamales queden cocidos en su punto; debes agregarle algunas monedas limpias al fondo de la olla. Esto es para que cuando el agua comience a hervir las monedas empezarán a sonar y te avisarán que a partir de ahí vas a dejar que los tamales se cuezan por una hora o una hora con 15 minutos.
Pasado el tiempo de cocción, retira del fuego y deja enfriar para poder disfrutar este próximo dos de febrero.
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