Los tamales son uno de los alimentos tradicionales en México, el aliado perfecto de los atoles y que puedes disfrutar entre dos panes, resultando en guajolotas. Pero existe un tipo que seguro aún no conoces, así que hoy sabrás qué son los 'tamales tontos' y cómo prepararlos para el Día de la Candelaria.
Qué son los 'tamales tontos'
No es broma, los 'tamales tontos' son una variedad de esta delicia típica que se elaboran como un tamal convencional, es decir: llevan masa de maíz, manteca de cerdo, sal y van envueltos en hojas de totomoxtle, pero no tienen relleno de vegetales, carne ni frutas.
Sin embargo, este alimento es muy común en lugares de Tlaxcala, donde se preparan sin la incorporación de carne o condimentos y que, algunas veces los nombres varían de acuerdo a la región, pues en el centro del país se denominan como “tamales de agua” y se les puede complementar perfectamente con mole negro o pipián.
Su nombre deriva de su forma, pues son muy delgados y su masa se distribuye a lo largo de la hoja de maíz, indica Larousse Cocina.
Su preparación y consumo adquieren con frecuencia un carácter ritual, siendo parte integral de las festividades relacionadas con la siembra. Además, se sirven en ocasiones como velorios y desempeñan un papel significativo en la elaboración de la Ofrenda del Día de Muertos.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor Profeco, los 'tamales tontos' se pueden saborear con salsa de chile guajillo o de chile verde y son típicos de Tlaxcala, donde se elaboran con nixtamal, se baten con manteca y anís para realzar el sabor; se baten hasta obtener la consistencia adecuada y se espera alrededor de una hora y media para que se cuezan por completo.
Tradicionalmente se disfrutan con atole agrio y se suelen preparar cada 24 de mes para la misa del Santo Patrón de San Juan Oxtenco, Tlaxcala.
Estas delicias también se puede encontrar entre los indígenas mayos del estado de Sonora y en Milpa alta, en la CDMX, este último lugar donde se elaboran con hierbas o con frijoles molidos. Asimismo, son conocidos en Michoacán, en el poblado de Chavinda, donde se comen los tamales tontos, sin cernir y con poca manteca.
- Agrega agua o caldo de pollo poco a poco hasta que la masa tenga una consistencia suave y manejable.
- Coloca una hoja de maíz en una superficie plana.
- Coloca un poco de masa en el centro de la hoja.
- Dobla los extremos de la hoja sobre la masa y luego enrolla el tamal.
- Repite los pasos 3 a 5 hasta que hayas terminado con toda la masa.
- Coloca los tamales en una olla grande o vaporera con suficiente agua para cubrirlos.
- Deja que el agua llegue a ebullición, luego reduce el fuego y cocina los tamales durante aproximadamente 1 hora o hasta que estén tiernos.
- Sirve los tamales calientes con tu salsa favorita.
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