Esta creación de la península de Yucatán, específicamente del pueblo de Motul, al norte del estado, es deliciosa y perfecta para un desayuno que te haga el día.
Los huevos motuleños no precisan de ingredientes difíciles de conseguir, así que sin problemas puedes hacerlo cualquier día. Estarás dándole vida a una receta que es prácticamente una tradición en el mercado tradicional del pueblito, y que sorprende tanto a todos por lo generoso de sus cantidades y lo bien que se llevan todos sus ingredientes entre sí.
¡A cocinar!
En un sartén grande y de preferencia hondo calienta una cucharada de aceite y sofrita ahí la cebolla morada, junto con el chile entero.
Cuida que el chile no empiece a tronar, ni se reviente, el chiste es que solo esté bien toreado.
Corta en cubitos los jitomates y agrégalos al sartén. Deja que suelten jugo y que se junte con el sabor del chile y de la cebolla. Agrega un poco de sal y deja hirviendo a fuego muy lento y con tapa.
Desmorona el queso fresco.
Pica en cuadritos el jamón.
Calienta los frijoles refritos y reserva.
Usa otro sartén y ponle un chorrito de aceite. Frita rápidamente la tortilla en él, cuando el aceite esté caliente. Deben estar crujientes, mas no duras. Si puedes, cuando las saques ponlas sobre una servilleta absorbente de papel.
Pon dos tortillas en cada plato y úntale a cada una frijoles refritos.
No tires el aceite donde fritaste las tortillas. Úsalo para hacer los huevos. Una vez que queden listos y con la yema semicocida ponlos sobre cada tortilla.
Cúbrelos con la salsa de tomate (sin cubrir la yema) y al final agrega jamón, chícharos verdes, queso y plátanos fritos.
Sirve caliente y, opcional, ponle unas gotitas de salsa de habanero. Te encantará la combinación.
Recomendamos también tener a la mano una pieza de pan. De caja, de preferencia. Los huevos motuleños tienen mucha salsita que podrás comerte perfectamente de esa forma.
Ver 2 comentarios