Los chiles poblanos son un tesoro que no todos hemos sabido apreciar como se debería. Pensamos en ellos y de inmediato nos vienen a la mente chiles en nogada o las clásicas rajas con crema y elotes.
Pero hay un mundo entero por explorar en cuanto a éste ingrediente. Una de las recetas que más nos entusiasman es la crema de chile poblano, que en este caso potenciamos con queso menonita semiderretido.
¿Estás listo? ¡Empecemos a cocinar!
Primero hay que tatemar y desvenar los chiles. Para eso, asegúrate de lavarlos bien y llevarlos directamente al quemador de la estufa. Una vez que estén completamente negros, guárdalos en una bolsa de plástico.
Luego de 10 minutos, sácalos y retírales la piel quemada. Luego ábrelos y con una cuchara retira las semillas y venas. Esto es para que no piquen.
Finalmente, llévalos bajo un chorro de agua y retira lo último que se les pudiera quedar de residuos.
Pon a derretir un trozo de mantequilla.
Pica los ajos y la cebolla, y frítalos hasta que queden transparentes, tirando a color dorado.
Agrega los chiles en tiras delgadas.
Una vez cocinados, lleva todo a la licuadora. Agrega la leche y la crema.
Vierte la mezcla en una cacerola mediana y baja el fuego. Agrega el queso menonita rallado. Esto, para que se deshaga.
Sazona con pimienta y sal.
Deja que borbotee por cinco minutos a fuego bajo y listo. Ya puedes servirla.