Cuando tenemos estilos de vida muy acelerados en los que no nos permite dedicarle mucho tiempo a la cocinada, las recetas rápidas son la salvación, pero casi siempre se sacrifican los guisados porque requieren un poco más de tiempo. Hoy te vamos a compartir un guisado económico, rendidor y muy rápido de hacer: ejotes con longaniza en salsa verde.
Esta receta la puedes hacer con salsa roja, salsa verde o salsa de tomate y jitomate. Puede quedar tan picosa como desees, pero lo mejor es que la longaniza quede bien frita para disfrutar del crunch.
Con qué otra verdura se puede preparar este guisado
La verdad es que este guisado puede hacerse con muchas verduras y cada una le da su toque diferente. Entre mis opciones favoritas para incluir están:
Calabazas partidas en rodajas o medias lunas, si las partes en cubitos se pueden deshacer. Agrégalas al final.
Las papas hacen el complemento muy llenador y rendidor. Mi recomendación es freír primero la longaniza, luego la papa y hasta que estén doradas agregas la salsa.
Los nopales con longaniza en guisado también es clásica, eso sí, asegúrate de cocinar bien los nopales para que no queden ácidos.
Cómo cocinar los ejotes para que no queden duros
Se sabe que los ejotes son deliciosos por el contenido de fibra, pero hay ocasiones en los que definitivamente uno espera una verdura tierna y se encuentra con un ejote difícil de masticar porque está más crudo que cocido. La clave está en cocinarlos el tiempo adecuado y cocerlos aparte de tu guisado para agregarlo después.
Parte los ejotes en trozos medianos. Llena una olla con suficiente agua para cubrir los ejotes.
Agrega los ejotes cuando el agua esté hirviendo por completo y cocina a fuego medio. Incorpora sal y un pedazo de cebolla.
Pincha los ejotes para medir qué tan tierno está y si aún no están en el punto deseado, agrega más agua caliente hasta que de cocinen lo necesario.
Lava y desinfecta los ejotes. Pícalos en pedazos chiquitos o medianos según prefiera y cocínalos con sal.
Con los tomates limpios y los chiles, cocínalos hasta que cambien de color.
Corta la longaniza en pedazos pequeños y sofríe con un poco de aceite para que suelte su grasa natural.
Licúa los tomates con los chiles morita, el ajo, la cebolla, un poco de sal y agua de la cocción. Procura licuar por 3 minutos o hasta que la salsa se vea sin ningún rastro de piel de los tomates.
Cuando la longaniza ya esté bien frita y doradita, agrega la salsa licuada, coloca la tapa y deja que hierva la salsa junto con la longaniza.
Una vez que hierva, agrega los ejotes y más agua tibia para que quede caldoso el guisado. Incorpora el agua poco a poco para que no se separe la salsa del agua. Deja hervir unos 15 minutos, rectifica la sal y listo. ¡Disfruta!
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