El pan de muerto es una de las tradiciones más queridas y representativas del Día de Muertos en México. Hoy sabrás cómo hacer pan de muerto con la receta tradicional, sencilla y deliciosa del chef José Ramón Castillo.
Este delicioso y aromático pan, que simboliza la conexión entre los vivos y los difuntos, siempre tiene un lugar especial en las ofrendas del Día de Muertos. Pero, ¿qué tal si este año lo preparas en casa con una receta auténtica y llena de sabor? Acompáñanos a descubrir los secretos de esta receta que hará de tu celebración una experiencia aún más especial.
Qué es la mantequilla pomada
La mantequilla pomada es un estado intermedio entre la sólida y la líquida. Tiene una textura cremosa similar a una pomada, pero aún conserva cierta consistencia
Usar mantequilla pomada en lugar de mantequilla derretida o sólida es importante porque:
- Produce una masa menos húmeda y más fácil de manejar.
- Mantiene la proporción adecuada de harina y mantequilla en las recetas.
- Evita que los productos horneados queden secos.
Existen varios métodos para obtener mantequilla pomada:
- Deja la mantequilla a temperatura ambiente durante unas 2 horas.
- Callienta en el microondas: Corta la mantequilla en cuadritos pequeños.Calentar en el microondas a máxima potencia hasta que se derrita la mitad (unos 20-30 segundos). Bate con un tenedor hasta formar una mezcla homogénea y deja enfriar unos minutos hasta alcanzar la textura deseada.
Ideas de bebidas para acompañar el pan de muerto
El pan de muerto es perfecto para disfrutar con una bebida que complemente su suave textura y sus sabores cítricos y ligeramente dulces. Aquí tienes algunas ideas de bebidas tradicionales y creativas que pueden acompañarlo de manera deliciosa:
Chocolate caliente: El clásico por excelencia. Un espeso y cremoso chocolate caliente hecho con cacao y canela es una pareja ideal para el pan de muerto. Su sabor intenso y dulce resalta los matices cítricos del pan.
Atole de vainilla: El atole, una bebida caliente de origen prehispánico, es perfecto para las tardes frescas de otoño. Puedes hacer atole de vainilla, fresa, guayaba o chocolate, su textura espesa y su dulzor combinan a la perfección con el pan.
Café de olla: Si prefieres algo menos dulce, un tradicional café de olla, con su toque de canela y piloncillo, es una opción acogedora y aromática. El amargor del café equilibra la dulzura del pan de muerto.
Ponche de frutas: Un ponche de frutas, con manzana, guayaba, tejocotes, canela y piloncillo, es una bebida perfecta para las festividades. Su dulzor natural complementa muy bien el sabor suave del pan.
Champurrado: Similar al atole pero con un toque de chocolate, el champurrado es una opción densa y deliciosa. La mezcla del maíz con el cacao hace que sea una excelente compañía para el pan de muerto.
Té de canela: Para algo más ligero y cálido, un té de canela es simple pero efectivo. La calidez y el aroma de la canela resaltan los sabores del pan sin sobrecargarlos.
- Mezcla en la batidora con gancho amasador la leche tibia, la levadura fresca o seca y remueve, incorpora las harina, sal y azúcar.
- Combina el huevo con el azahar y vierte esta mezcla en la batidora sin dejar de mezclar para formar una masa.
- Añade la mantequilla y continúa combinando durante 3 minutos. Puedes incrementar la velocidad para que la masa se haga más elástica y que se pueda separar del tazón lo que puede tardar 15 minutos.
- Retira del tazón y coloca en un bowl tapado durante 45 minutos para que fermente y duplique su tamaño.
- Pasado este tiempo retira y coloca sobre una superficie plana.
- Toma un poco de masa y pesa 3 bolitas de 50 gramos y reserva para hacer las "canillas" (huesitos) y un poco para la bolita de arriba.
- Toma el resto de la masa y mezcla para desgasificar con la técnica de bertinet. Forma una bola grande.
- Coloca un poco de harina sobre la superficie y forma tiras con la masa reservada para simular los “huesos” como se muestra en el video de abajo y una bolita para el centro.
- Moja tus manos con un poco de agua y da pequeños golpecitos a la bola más grande. Coloca con los “huesos” encima en forma de cruz y forma una bolita para colocar encima.
- Pon el pan sobre una charola y deja reposar nuevamente el pan formado durante unos 45 minutos para una segunda fermentación.
- Empapa una brochita con agua y retira el excedente, pasa por encima del pan a toquecitos solo para que se hidrate.
- Precalienta el horno a 180°C (350°F) y hornea el pan durante 45 minutos o hasta que esté dorado a 165°C.
- Cubre con la mantequilla pomada la superficie del pan y enseguida espolvorea azúcar al gusto.
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