Si eres un amante de la cocina mexicana y, sobre todo, de las enchiladas definitivamente no puedes dejar de probar esta deliciosa receta. Hoy sabrás cómo hacer 'Enchiladas de Guajillo' con la receta fácil del chef Oropeza.
De acuerdo con Larousse Cocina, el chile guajillo es un tipo de chile seco que deriva del chile mirasol cuando está fresco; es de color café-rojizo y cuya piel es tersa y brillante, puede llegar a medir 10 centímetros de largo y cuatro de ancho. Su uso tradicional se basa en moles, guisados y salsas; es requerido para preparar la birria y las enchiladas mineras.
Qué tipo de chile es el chile guajillo
El chile guajillo es un chile seco de color café rojizo, con piel suave y brillante, de forma triangular alargada, que mide aproximadamente 10 cm de largo y 4 cm de ancho. Es muy popular en la cocina mexicana por su capacidad para aportar color rojo y textura a guisos, moles y salsas. Cuando está fresco, se le conoce como chile mirasol. También existen variedades más picantes, como el chile travieso, como se lee en el Diccionario de Laorousse.
El chile guajillo, junto con el chile ancho, es uno de los más utilizados en México y se encuentra fácilmente en mercados a un precio accesible. Se usa en una variedad de platillos, incluyendo guisos de cerdo, pollo, res, moles, adobos y salsas picantes. Aunque rara vez se utiliza solo, se mezcla con otros chiles, como el ancho, para mejorar el sabor de las salsas. Además, puede sustituir al chilhuacle de Oaxaca, pero si se usa en lugar del chilhuacle negro, debe tatemarse hasta que adquiera un tono negro y luego remojarse en agua fría para reducir el sabor amargo.
En Jalisco y Colima, el chile guajillo se emplea en la cuachala y a veces en la birria. Su nombre varía regionalmente y existen algunas variedades difíciles de distinguir, como chile cascabel, chile chilaca roja ancha, chile cuachalero, y chile guajillo dulce, entre otros
En tu licuadora mezcla ajo, cebolla, tomates, chiles, comino, pimiento caldo y agua integra perfectamente y reserva.
Forma tacos con las tortillas y el queso Oaxaca puedes mantener la forma con palillos. Calienta aceite en un sartén, pasa los tacos por la salsa y después por el sartén, fríe ligeramente y lleva a tu platón de presentación.
Decora con lechuga, cebolla, queso desmoronado y unas líneas de crema de leche.
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