Muchos ya estamos pensando en todo lo que queremos cocinar y comernos en la Navidad (y hasta en Año Nuevo). Y se entiende: ha de pasar un año entero antes de que podamos probar las recetas decembrinas. Pero otra cosa también es muy cierta: el desperdicio de comida en esta época es alto y preocupante. Y pocas veces pensamos en ello.
Por lo mismo, queremos compartirte una serie de tips para que aproveches mejor todo lo que sobre de tus cenas. Acuérdate: la comida sabe más rica cuando se recalienta. Entonces, si logras salvarla de la basura por una buena causa, podrás estar tranquilo de que le darás mucho placer a tu paladar, y ayudarás a tu cartera y al medio ambiente al mismo tiempo.
1. Adelántate a la situación y cocina solo lo necesario
Esta debería ser una regla de oro para tener pegada en el refrigerador, o junto al horno, todos los días. Generalmente pensamos que “es mejor que sobre, y no que falte”, pero dada la situación actual de nuestro planeta, esto ya no aplica. Cocina solo lo indispensable. No más.
2. Dile adiós al film de plástico, e incluso al papel aluminio
Lava todos los tuppers que tengas (son plástico, claro, pero hay que reusarlos cuantas veces sea sano) y dales uso. Deja de usar tanto film de plástico y aluminio para guardar tu comida. Si no tienes muchos tuppers y necesitas más, prefiere siempre los de vidrio Pyrex.
3. Lava perfectamente tus recipientes
Podrás tomar muchas medidas para evitar desperdiciar tu comida, pero si no cuidas el primer paso del recipiente donde la guardes, todo el demás esfuerzo será en vano. Si quedan residuos de comida en tus frascos, tuppers o lo que sea que uses para almacenar, aunque esté en el refri va a echarse a perder mucho antes de tiempo.
4. Baja a tu celular la app móvil USDA FoodKeeper
Es una maravilla. Fue elaborada por la FDA de Estados Unidos y en ella podrás consultar cuál es el tiempo recomendado para guardar desde carne, hasta vegetales, pastas y perecederos. También de hace recomendaciones sobre el proceso de refrigerado.
5. Etiquetas, etiquetas, etiquetas
Siempre consigna la fecha en que metiste al refrigerador algún guiso o ingrediente. Puedes usar plumones lavables o etiquetas que se borren fácilmente.
6. El arte de acomodar bien la comida
Todo lo que esté preparado y listo para comerse, intenta que esté en la parte de arriba. Las carnes y demás cosas que, por cualquier situación, pudieran chorrear, siempre van abajo.
7. Considera los gases de los alimentos
Hay insumos como el jitomate y los plátanos, que en cuanto empiezan a descomponerse liberan gases que pueden echar a perder lo que tengan alrededor. Es por eso que a este par de ingredientes se les debe almacenar aparte.
8. La importancia de la temperatura
Apréndete esto como mantra, porque casi nunca somos demasiado conscientes de ello: los alimentos perecederos deben ir a 5 grados Centígrados o menos en el refrigerador, y a -20 en el congelador.
9. Si hiciste romeritos o bacalao…
Que no duren más de siete días en el refrigerador. En el congelador pueden estar hasta un mes, pero fuera de él, que no pase una semana antes de que te los comas. De lo contrario, indefectiblemente empezarán a descomponerse.
10. Antes de guardar cualquier comida, limpia
Ya hablamos acerca de limpiar los trastes donde guardamos la comida. Bueno, ahora imagina que el refri entero es un enorme traste en el que está todo almacenado. Si éste o está impecable, lo demás que metas en él posiblemente tampoco dure mucho tiempo.
11. Si te sientes incapaz de acabar con todo, dona
Esto parece descabellado, pero no lo es para nada. Tomando en cuenta que ahora ya sabes más o menos cuánto tiempo puede durar tu comida en el refri, en buen estado, puedes acercarte a algún asilo, o centro donde alguien pueda aprovechar la comida que tiene sintacta. Eso sí: asegúrate que verdaderamente lo esté.
12. Para almacenar hojas verdes
Si decidiste hacer una ensalada de berros, lechugas o espinacas, y te sobraron varias hojas con tallo, recorta el excedente y mételas en un frasco con agua al congelador. Así evitarás que se marchiten y descompongan, sin que se congelen del todo.
13. ¿Quedaron ingredientes del ponche?
Son frutas. Lo más seguro del mundo será congelarlas y, cuando lo decidas (pero que no pase más de un mes), sácalas y hazlas en licuados, o hasta incluidas en las masas de panqués o hot cakes.
14. Para cebollas y papas
Las cebollas y las papas son el pan de cada día en las cenas de fin de año. Si te sobraron después de cocinar un puré o un salteado, opta por tenerlas fuera del refri. Lo más recomendable es que las metas en una canasta que “respire bien” y las coloques en un sitio seco y con poca luz.
15. Hablemos del vino
Un tema importante, sin duda. Más, tratándose de diciembre y enero. Si sobró vino de las cenas, no lo tires. Consigue una tapa especial para sellar este tipo de botellas, o intenta reusar su corcho original, y cierra perfectamente el recipiente. Luego guárdalo en un lugar con poca luz y seco. Así se mantendrá intacto.
Fuentes: Food Quality and Safety | Clean my space