Cada vez más personas celebran el Día de Acción de Gracias en todo el mundo. Este festejo hogareño, que es posiblemente la celebración más importante de los Estados Unidos (incluso por sobre su día de Independencia), es imposible de comprender sin su comida.
De toda ella, que es variada, el protagonista es el pavo. Hay quienes lo rellenan y quienes solo lo asan en el horno. La receta tradicional va rellena. Así que hoy te compartimos la receta para que la hagas en casa. No es difícil, solo un poco laborioso. Nada del otro mundo.
¡Empecemos!
Precalienta tu horno a 250 grados.
Toma el pavo, ya sin vísceras y deshuesado, y lávalo para evitar que cualquier resto de sangre se le quede dentro. Después sécalo perfectamente.
En un sartén pon a calentar aceite de oliva.
Saltea ahí las zanahorias y cebollas, en julianas. Cuando estén listas, agrega también las calabacitas, espárragos, setas y champiñones, fileteados de la misma forma. Déjalos ahí por cinco minutos a fuego medio. Agrega sal y pimienta. Luego apaga y reserva.
Salpimenta el pavo por dentro y por fuera.
Rellena el ave con las verduras salteadas. Luego cose el orificio por donde las metiste. Esto tendrá el efecto de un pequeño horno en su interior.
Engrasa la bandeja de tu horno precalentado. Coloca en el centro el pavo, con un bloque de mantequilla encima. Ésta se derretirá con el calor.
Baja la temperatura a 180 grados y mete el pavo.
Esto es muy importante: tu preparación estará sacando jugos de forma constante, por lo que debes sacarlo cada 20 minutos para volver a salsearlo con ellos. Así todo sabrá más rico.
Luego de dos horas de estar cocinándose, sácalo y déjalo reposar cinco minutos.
¡Listo! Tu pavo de Acción de Gracias está listo para servirse.