Muchas veces las recetas más sencillas son las más ricas ¿no creen? Después de tanto cocinar, muchos queremos descansar un poco de la cocina, pero sabemos que la mayoría de las veces es casi imposible. En estos momentos es indispensable contar con recetas prácticas, sencillas y sobre todo que sean una delicia.
Esta receta de cómo preparar pollo con salsa cremosa de champiñones es super rica y a todo el mundo le gusta. A mí me fascina la combinación de los champiñones con un poquito de vino blanco. Sin duda es una receta reconfortante que vale la pena probar en estos días, ya que es súper caldocito, con un sabor único y reconfortante.
La pregunta del millón ¿Se tienen que lavar los champiñones para cocinar?
Cocinar champiñones no es nada difícil, pero tiene su maña a la hora de limpiarlos. Por ejemplo, muchas personas no recomiendan lavar o dejar remojando los champiñones porque por su textura y porosidad, suelen absorber parte del agua y terminan aguados y batiéndose en el sartén.
Tips
Aunque te parezca una mejor idea no lavarlos, tienes que recordar que siempre puede existir el riesgo de una intoxicación alimentaria, así que los expertos recomiendan enjuagarlos rápidamente en agua a temperatura ambiente y limpiando el resto de la suciedad con un paño.
Si vas a lavar una buena cantidad de champiñones, lo mejor es que coloques por tandas en un colador y enjuagues en grupos pequeños, pero sin exponerlos al agua mucho tiempo.
La opción más sencilla es simplemente limpiar los champiñones con un trapo limpio y ligeramente húmedo. Ten mucho cuidado de no romperlos.
Otra técnica muy funcional, pero tal vez un poco más tardada, que nos han heredado las abuelitas es pelar los champiñones. Basta con que tomes un pedazo de la piel que recubre el sombrero y que, con mucho cuidado y poco a poco, vayas retirando la piel. Esta técnica es ideal para preparar sopa de champiñones. Si te parece más cómodo, también puedes utilizar un pelapapas.
Vamos a comenzar sellando nuestras piezas de pollo (o en todo caso, las pechugas de pollo) en un sartén con aceite, antes de moverlas al sartén sazonamos con sal y pimienta. Sella por todos lados y retira del sartén.
Ahora calentamos otra cucharada de aceite vegetal o mantequilla y añadimos los champiñones picados. Los salteamos hasta que queden dorados, suaves y ya no tengan líquido. Esto tardará aproximadamente 8 minutos. Movemos hacia la orilla, bajamos el fuego y agregamos otra cucharada de aceite. Añadimos el ajo picado y cocinamos a fuego bajo, para que no llegue a dorarse, por más o menos un minuto.
Una vez que esté listo el ajo, revolvemos con los ajos y añadimos el vino blanco, la hoja de laurel y el tomillo. Este paso es opcional, en caso de que no lo uses, puedes saltar al punto del caldo de pollo. Mezclamos todo, subimos el fuego y dejamos que lleve a ebullición. En el momento en que empiece a burbujear, vamos a bajar el fuego y dejamos que el líquido reduzca a la mitad.
Añadimos el caldo de pollo y llevamos nuevamente a ebullición y dejamos que se reduzca a la mitad. Añadimos la crema agria junto con 1/2 cucharadita de sal. Hervimos a fuego bajo para que vaya soltando los sabores y esperamos a que espese un poco, lo que tardará aproximadamente 5 minutos. En este punto puedes decidir llevar la crema a la licuadora, pero también puedes dejar los trocitos de champiñon enteros. Si decides licuar, sólo regresa la salsa, al sartén después.
Regresa las piezas de pollo o las pechugas y cubre con la salsa. Coloca una tapa y deja cocer por 10 minutos.
Sirve mientras sigue caliente. ¡A disfrutar!
Fotografía retomada de QuéRicaVida
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