Si lo que quieres es darle un toque especial a alguna reunión o celebración, sobre todo romántica, esta es la opción para preparar. Ponernos al día, tomar un vinito, convivir y acompañar con un platillo que se haga rápido, suena al mejor plan de fin de semana, por eso te trajimos esta receta de un fondue de queso manchego.
Qué mejor que un tazón lleno de queso derretido, calentito, con unos cebollines que le darán un sabor espectacular y sumergir unos crotones caseros. ¡Uff… se nos hizo agua la boca! Lo mejor de todo es que esta receta nos sale casi con cualquier tipo de queso, puedes mezclar dos o tres o dejarlo solo en uno. Lo dejamos a tu elección.
¿De dónde es el Fondue?
Como en casi toda receta antiquísima, su origen está lejos de ser exacto. Lo que conocemos hoy en día como Fondue se sabe es debatido como originario de la cocina Francesa y la Suiza, porque que estos eran los principales productores de queso en Europa.
También se rastrea hasta los pastores de los Alpes suizos en los duros inviernos. Como el queso era de lo poco que se podía cargar, junto con pan duro (tal vez congelado) y vino, porque Europa, lo que solían hacer era encender fuego para calentarse, y de paso para consumir su quesito y su vino caliente. Así que podríamos decir que la fondue viene desde las montañas suizas hasta tu cocina.
Lo único que necesitas casi de cajón es una fonduera, o sea, la ollita en la que se derrite el queso. Esta la puedes encontrar en Amazon México desde 913.
En un tazón, ralla los tres quesos y mézclalos.
Lava y desinfecta tu cebollín y pícalo finamente.
En un recipiente diluye la maicena en el vino blanco.
Pela y pica lo más fino posible el ajo. Después en la fondue agrega un poco de mantequilla y sofríe el ajo.
Posteriormente, agrega en la fondue el vino blanco con la maicena.
Cuando el vino comience a hervir, agrega la mezcla de quesos rallados y ve revolviendo continuamente para que no se quemen.
Añade la nuez moscada, la pimienta negra y la sal. Regula el fuego al mínimo.
Revuelve hasta que todo el queso se derrita por completo y tome el espesor que deseas. Si ves que sigue siendo muy líquido, agrega un poco más de maicena diluida con más vino y revuelve constantemente.
Agrega tu cebollín momentos antes de comenzar a compartir tu fondue y baja el fuego al mínimo para que sigas disfrutando de esta deliciosa receta como debe de ser.
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