Los champiñones son posiblemente esa variedad de hongos que más consumimos. Es muy sencillo encontrarlos en cualquier supermercado, tienda o verdulería y son relativamente económicos. Además, su sabor suave y delicado se puede adaptar a una infinidad de platillos, entre los que se pueden disfrutar como guarnición, acompañamiento, para preparar salsas y sopas y hasta como plato fuerte. En esta ocasión te compartiremos una de las recetas más sencillas, pero con mucho sabor con las que puedes preparar champiñones para acompañar tus alimentos: champiñones rellenos gratinados con vino blanco..
Esta deliciosa receta es una buena manera de incorporar vegetales a nuestra dieta, además se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Hasta el menos experto en la cocina puede preparar un salteado de champiñones bastante prolijo. Puedes prepararla en una ocasión en la que necesites lucirte, una cena elegante o romántica.
La temporada de hongos en México inicia desde julio, pero alcanza su mayor punto en agosto, cuando la lluvia es más constante. Por eso, es la mejor época del año para realizar una excursión al monte y comer una deliciosa sopa de hongos silvestres; aunque también puedes prepararlo en casa, ese sabor jugoso y terrocito te reconfortará hasta el alma.
Aclaremos la duda más frecuente: ¿se lavan?
Cocinar champiñones no es nada difícil, pero tiene su maña a la hora de limpiarlos. Por ejemplo, muchas personas no recomiendan lavar o dejar remojando los champiñones porque por su textura y porosidad, suelen absorber parte del agua y terminan aguados y batiéndose en el sartén.
Aunque te parezca una mejor idea no lavarlos, tienes que recordar que siempre puede existir el riesgo de una intoxicación alimentaria, así que los expertos recomiendan enjuagarlos rápidamente en agua a temperatura ambiente y limpiando el resto de la suciedad con un paño. Si vas a lavar una buena cantidad de champiñones, lo mejor es que coloques por tandas en un colador y enjuagues en grupos pequeños, pero sin exponerlos al agua mucho tiempo.
La opción más sencilla es simplemente limpiar los champiñones con un trapo limpio y ligeramente húmedo. Ten mucho cuidado de no romperlos.
Otra técnica muy funcional, pero tal vez un poco más tardada, que nos han heredado las abuelitas es pelar los champiñones. Basta con que tomes un pedazo de la piel que recubre el sombrero y que, con mucho cuidado y poco a poco, vayas retirando la piel. Esta técnica es ideal para preparar sopa de champiñones. Si te parece más cómodo, también puedes utilizar un pelapapas.
Empezamos por limpiar o pelar nuestros champiñones con un pela papas. Con mucho cuidado retira el tronco y reserva para más tarde y con ayuda de una cuchara pequeña, retira un poco del centro de este sin romper la forma curva.
Lleva los champiñones a una charola para horno con un chorrito de aceite de oliva.
Con los tronquitos que retiramos de los champiñones pícalos en cuadritos pequeños, mézclalos con el queso crema a temperatura ambiente, 3/4 de cucharada de pimienta, un poco de sal y 50 gramos de queso mozzarella rallado.
Con ayuda de una cuchara o una manga (para que no se te rompa el champiñón) rellénalos a tope. Colócalos nuevamente en la charola y espolvorea con lo que resta de queso mozzarella.
Agrega los ajos cortados en mitades, los cubitos de mantequilla, más pimienta y el vino blanco.
Lleva la charola al horno a 200º hasta gratinar 20-25 minutos.
Una vez gratinados, agrega un puñito de prejil desinfectado y finamente picado.
¡Disfruta este manjar!
Tip: puedes agregar nuez pecana al relleno para darle un toque crocante.
Imágenes recuperadas de @sweetshamilton
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