Si como a mí te encanta el café y no puedes funcionar bien por las mañanas sin haberte tomado tu buena dosis de café diario, quédate, que te contaré las mejores formas en las que puedes preparar café frío en casa, tal y como si lo hubieras comprado en tu cafetería favorita. Sólo necesitarás una licuadora, café, unos cuantos hielos y muchas ganas de echarte un rico café helado.
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y esto se debe, además de su increíble sabor y capacidad de darte el rush de energía que necesitas por las mañanas, a que es una bebida muy versátil: la podemos tomar caliente, con leche, con especias —como canela, cardamomo, nuez moscada y muchas más— pero la que más nos encanta es su versión fría y podemos prepararla fácilmente en casa, sin tener que salir a una cafetería para disfrutarla.
En casa y con muy pocos ingredientes puedes preparar un buen café frío que te refrescará y te mantendrá con la pila recargada. Hay que aprovechar que todavía es verano y, aunque hayan días tan fríos en los que ya dudamos si va a salir el sol en todo el día, porque nunca cae mal empezar el día con un café frío.
Cómo transformar este café frío en una bebida extraordinaria
Esta receta es una maravilla porque sirve como base para preparar bebidas sorprendentes sin añades ingredientes como estos:
Jarabe de chocolate
Esencia de vainilla
Cajeta o dulce de leche
1 bola de tu helado favorito
Esencia de menta con chocolate
Galletas de chocolate
Canela en polvo
1 cucharada de mezcla para chai latte
Chipas de chocolate
Salsa de caramelo
Prepara una taza café como lo hacer regularmente. Si no tienes cafetera o prefieres utilizar café soluble.
Toma el café que acabas de preparar y endúlzalo con un poco de azúcar. Puedes utilizar también cualquier otro edulcorante que prefieras.
Añade los hielos a la licuadora.
Agrega media taza de leche y, en caso de que quieras hacer tu café cremoso, agrega un chorrito de crema líquida o leche evaporada.
Licua hasta que esté todo mezclado.
Secreto: para que tu café frío quede todavía más cremoso, puedes espumar tu leche con una batidora de mano antes de servirla.
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