Muchas personas creen que el acompañante perfecto de un queso será siempre un vino. Pero no es así. El acompañamiento de cervezas y quesos implica un mundo en sí mismo, que brinda una amplia variedad de sabores y aromas que podemos encontrar en ellos, una vez que están juntos. Hablamos con nuestro especialista en cerveza, Richie Castro -quien además es Certified Cicerone®-, sobre el tema.
Los principales sabores y olores en una cerveza
Por ejemplo, los sabores de la malta pueden ofrecer características con las que usualmente acompañamos los quesos. No olvidemos que esta bebida está elaborada de cereales, mismos que permanecen hasta el final de la cerveza, y que ésta es como un pan líquido. ¿Normalmente con que acompañamos los quesos? ¡Exactamente! Pan y o galletas. Incluso la misma malta puede ofrecernos notas a nueces o frutos negros, lo cual ayuda a encontrar un vínculo o buen contraste con ciertos tipos de quesos.
Por otro lado está también el carácter de fermentación, que permite encontrar similitudes con sabores frutales, especiados o hasta impartidos por otros microorganismos. Éste es el caso del perfil láctico o añejo. Por último está el lúpulo, que puede aportar características que van desde perfiles herbales, pasando por frutos cítricos, hasta tropicales. Esto ayuda a ser un enlace entre ambos.
Recordemos que para el maridaje de cualquier tipo de alimento, debemos de seguir algunos pasos que nos ayudarán a hacer de esta experiencia algo mucho más grato. Anteriormente ya habíamos platicado sobre el principio del maridaje de emparejar intensidad con intensidad; es decir, cervezas ligeras con alimentos ligeros, alimentos de complejidad media con cervezas de mediana complejidad y, finalmente, mayor complejidad con alimentos más intensos y complejos.
El paso dos es encontrar algún vínculo entre la bebida y el alimento y, finalmente, que alguno de los dos haga un corte o descanso en nuestro paladar Por ejemplo, la carbonatación nos limpia el paladar. Pero recordemos que estas no son reglas rígidas. Al final este es un proceso para disfrutar y en el camino podemos encontrar un acompañamiento que nos puede sorprender, aunque esté un poco lejos de lo que inicialmente dictaba la norma.
Tabla de Quesos Bambú (incluye utensilios) - Origami Home
¿Cómo hacerlo de forma práctica?
Para las cervezas ligeras, estilo American Wheat Ale:
Queda bien con queso Brie porque:
- Su carácter del trigo nos puede recordar un poco de pan con amargor suave.
- Tiene ligera presencia de lúpulo.
- La cerveza cuenta con un perfil aromático de este lácteo y su cremosidad ayuda a disminuir la sensación de carbonatación.
Para las cervezas ligeramente lupuladas y frescas, estilo American Pale Ale:
Queda bien con queso Monterey Jack porque:
- Esta cerveza cuenta con **aromas y sabores frutales, como cítricos, y con amargor leve.
- El queso tiene un carácter ligeramente dulce y recuerda un poco a nueces, con una textura ligeramente cremosa.
Para cervezas con perfiles más tostados, **estilo Porter:
Queda bien con queso Cheddar porque:
- La cerveza aporta un carácter a nuez y caramelo, que acompaña a la perfección.
- El lácteo cuenta con sabores ligeramente nogados y dulces, que se equilibran.
Para cervezas intensas, estilo Barleywine:
Queda bien con queso azul porque:
- El queso tiene sabores intensos, añejos, frutales y muestra una textura suave y cremosa.
- La cerveza tiene la suficiente fortaleza para hacerle frente a toda esta explosión e intensidad de sabor.
- Toma en cuenta que este acompañamiento es una experiencia que debe de llevarse con tranquilidad, ya que conforme va pasando el tiempo se puede ir volviendo más compleja y satisfactoria.
Estos son solo unos cuantos ejemplos de acompañamiento de cerveza con quesos, lo cual no significa que sean una regla. Para encontrar tus sabores ideales debes ensayar mucho y conocerte: es decir, a seguir comiendo, bebiendo y gozando.
