El Día de la Candelaria está muy cerca y eso significan dos cosas elementales: tamales de todos los sabores y atoles clásicos o frutales, aunque no hay nada de malo en saborear un clásico atolito de masa, hoy decidimos irnos por una receta menos convencional y preparamos un delicioso atole de teja.
El atole de teja es una receta típica del estado de Querétaro. Su base de ingredientes es la misma que un atole normal, sin embargo, la gran diferencia se la dan las semillas de girasol que por pequeñas que sean el sabor es muy distintivo en combinación con el maíz, el piloncillo y las semillas porque logran un sabor muy agradable.
Lo que hace único al atole de teja
Este atole triunfa por la incorporación del maíz de teja, que en otras palabras solo se trata de semillas de girasol peladas, tostadas y molidas. Si no encuentras las semillas peladas, también puedes preparar el atole con semillas con cáscara, eso sí, no deben de estar saladas o condimentadas previamente.
El origen de esta bebida es prehispánico y se sabe por los testimonios y datos históricos disponibles del periodo prehispánico y de los primeros años de la Conquista. Fray Bernardino de Sahagún en 1565 registró cómo los indígenas vendían los atoles calientes y fríos, preparados con masa de maíz molido o tostado, a los que llamaban atol o atolli. La mayoría de los atoles que refieren los cronistas se siguen elaborando, aunque en algunos casos han perdido sus nombres originales.
Imagen obtenida de Revista Asomarte n°224 - Diciembre 2022
En una olla reserva 700 ml de agua en donde pondrás a hervir el piloncillo y la canela.
Mientras hierve la base, vamos a comenzar por tostar las semillas de girasol en una sartén hasta que tengan un color un ligeramente dorado.
Una vez frías las semillas, licúalas junto con los 300 ml de agua restantes y la harina de maíz.
Una vez que esté hirviendo el agua con piloncillo, vamos a colar la mezcla de semillas con maíz en nuestra olla.
De ser necesario disuelve más harina de maíz para que espese un poco más. Remueve constantemente para que no se pegue en el fondo y pueda espesar lo suficiente.
Cuando adquiera el espesor deseado ya puedes retirar del fuego y servir caliente.
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