Chocolates, vino, quesos y helados: nueve museos gastronómicos que puedes visitar alrededor del mundo

La gastronomía también es un arte, un lenguaje creativo y complejo y, por lo mismo, también existe un espacio especial dedicada para ella en los museos. Y es que la comida no solo se siente a través del gusto, también permea al resto de los sentidos: vista, tacto y olfato (incluso al oído, con las papitas crujientes) y podemos aprender de ella en una gran cantidad de museos y espacios para exposiciones repartidos alrededor de todo el mundo.

Y es que la comida, además, es una de las mejores formas de experimentar la cultura de cualquier país: gracias a ella podemos conocer un poco de sus costumbres, su sistema de creencias, su entorno ambiental (refiriendo los ingredientes) y la forma en que estos se conjuntan para construir un lenguaje local que se expresa a través de bebidas, postres y platos fuertes que producen un puente maravilloso entre la cultura y la gastronomía.

A veces lo obviamos, pero es muy importante recordar que antes de llegar a nuestras manos, cada uno de los alimentos y productos culinarios que disfrutamos diario han recorrido un largo camino en la historia, en el que han migrado, evolucionado y que han sufrido procesos de sincretismo cultural en el que se mezclan ingredientes y técnicas culinarias que hacen de cada platillo lo que es hoy en día.

Visitar un museo siempre es una buena forma de conocer un país y no todo se limita a artes plásticas y lugares históricos, también podemos encontrar un montón de museos gastronómicos alrededor del mundo y a continuación te contaré nueve museos gastronómicos alrededor del mundo para que los tengas en consideración durante tus próximas vacaciones.

Museo del Tequila y el Mezcal (Ciudad de México)

El tequila y el mezcal son dos productos que provienen de la destilación del agave y qeu ponen el nombre de México en alto, dos bebidas tan famosas y mexicanas como el mariacho o los tacos. Y ahora puedes visitar, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, un museo dedicado específicamente a estos dos licores.

El MUTEM es un espacio cultural dinámico y versátil que no solo se dedica a exponer botellas de tequila y mezcal, sino que también prepara exposiciones especiales, tertulias, conferencias, conciertos y presentaciones de destilados junto con maridajes gastronómicos. Se trata del espacio perfecto para conocer más sobre estas dos bebidas que enaltecen el patrimonio y la identidad cultural de México.

Museo del Ramen (Yamanashi, Japón)

El Museo del Ramen Shin-Yokohamam es un parque temático culinario en el que los turistas y visitantes pueden degustar las distintas variedades (miso, shoyu y tonkotsu) de este amado platillo cuyo ingrediente principal son los fideos. Ahí podrás probar 9 tipos de ramen distintos servidos por distinguidos restaurantes japoneses, desde Hokkaidō hasta Kyūshū.

Es museo recrea la época de Japón en los años 50, con pasajes vespertinos llenos de puestos de comida y chucherías, además de tener un teatro tradicional de cuentacuentos y callejones solitarios con luces neón. Se trata del ambiente perfecto para degustar un auténtico ramen como es debido, para vivir la experiencia redonda.

Museo de la comida asquerosa (Suecia)

Este es un museo especial para las personas con estómagos resistentes: se trata de una exposición que cuenta con 80 platos en la muestra y está destinada a poner a prueba todos tus sentidos. En cuánto ingreses al Museo de la Comida Asquerosa en Suecia , deberás prepararte para observar y oler platillos que jamás en tu vida creíste que existían. Aromas fermentados, quesos fétidos o con larvas de mosca.

Para la curaduría de esta exposición, el museo trabajó con el Departamento de Antropología de la Universidad de Lund para elaborar su lista y los criterios son simples pero estrictos:

Tiene que ser comida real, que encuentres como cocina popular o tradicional en algunos lugares del mundo, y no solo un artículo novedoso como helado con sabor a tocino.
Y sí, tiene que disgustar a mucha gente y que la mayoría lo considere como un platillo "asqueroso".

Hay comida de todo el mundo y, según los organizadores, la idea es que los artículos vayan cambiando con el tiempo ya que se planea mover estas exposiciones a países como Alemania, Japón, China y Estados Unidos.

Museo del Helado (Nueva York)

Repleto de colores pastel y texturas, una parada que no puedes olvidar al visitar Nueva York es el Museo del Helado, equipado con 13 salas super bonitas que construyen un tributo al helado y todos los ingredientes con los que acostumbramos acompañarlo. La misión a cumplir en este museo se centra en recorrer las instalaciones interactivas, aprender sobre la historia y la fabricación del helado; mientras que prueban deliciosos helados. Lo mejor de todo es que cada sala es tan bonita, 'cozy' y super instagrameable en la que puedes interactuar y tomar fotos muy bonitas.

Museo de las papas fritas (Brujas, Bélgica)

La papa, uno de los tubérculos más importantes de la historia gastronómica de la humanidad, tiene un museo especial para enmarcar su existencia en versión frita. El museo de las papas fritas se encuentra en uno de los edificios más antiguos y bonitos, conocidos por su pasado medieval y dentro de él podemos encontrar salas enteras dedicadas a uno de los orgullos nacionales belgas, este 'snack' que amamos en el mundo entero.

En él aprenderás lo que siempre quisiste saber acerca de la historia de las papas fritas, su recorrido, evolución y, al final, obtendrás como premio un cucurucho relleno de papas fritas. No puedes dejar de visitarlo.

Museo Holandés del Queso (Holanda)

El Museo Holandés del Queso presenta una exposición permanente con todas las herramientas e instrumentos que se han utilizado para elaborar lácteos a través del tiempo. Además, podemos disfrutar de diapositivas y documentales que narran la historia de la fabricación del queso desde la antigüedad hasta nuestros días, no hace falta recorrer Holanda entero para conocer sobre sus famosos quesos.

Además, en abril y septiembre se instala un mercado en el que puedes degustar los mejores quesos holandeses.

Museo de la Pasta (Roma, Italia)

La pasta es el platillo insignia de Italia. Lo queremos, lo amamos y su importancia ha sido tal para la gastronomía (nacional e internacional) que en Roma se fundó un recinto especializado a este delicioso platillo. Dentro de las salas del Museo de la Pasta podrás conocer sobre los orígenes, las variedades, el proceso de cocción y los ingredientes en los que pueden cocinarse. Con medio día de recorrido, saldrás convertido en un experto de la pasta y podrás cocinar el plato de pasta perfecto.

Museo del Chocolate (Colonia, Alemania)

Una de las mejores experiencias que puede vivir un turista en Alemania es visitar el Schokoladenmuseum: un recinto mágico que te llevará en un viaje de ida hacia el mundo del chocolate, casi como la fábrica de Willy Wonka, rodeado del aroma y todas las presentaciones posibles y soñadas en las que podemos encontrar este postre, empezando por la importancia del árbol y fruto del cacao hasta llegar a la obtención de una deliciosa barra de chocolate.

Museo del vino (Guanajuato)

¿A que no sabías que Miguel Hidalgo solía enseñarle a sus feligreses oficios como la herrería, alfarería y el cultivo de la vid? Y es que dentro de la ciudad que es considerada la cuna de la Independencia de México, además de degustar los helados con sabores más exóticos de todo el país, también podemos olvidarnos del estrés y disfrutar de una buena copa de vino mientras aprendemos sobre su proceso, desde que es una uva hasta que se sirve en tu copa, y sobre la cultura y tradición vinícola del estado en el Museo del Vino de Guanajuato.