Los bebés prematuros presentan un mayor riesgo de daño cerebral, sin embargo muchos son demasiado frágiles para poder ser transportados hasta una máquina de resonancia magnética para obtener un diagnóstico más claro. Gracias a la tecnología médica, en un futuro estos bebés se beneficiaran de un equipo diseñado específicamente para ellos.
La mayoría de los bebés en una unidad de cuidados intensivos neonatales han tenido nacimientos prematuros o traumáticos. Alrededor del 70 por ciento están en riesgo de daño cerebral. Cuando en un paciente adulto se sospecha daño cerebral, el primer paso es realizar una resonancia magnética, sin embargo a muchos de estos bebés nunca se les realiza esta prueba básica.
El principal problema es la distancia. Las máquinas de resonancia magnética son enormes, pesadas y ruidosas. Necesitan una arquitectura especial, bastante espacio y son muy sensibles a las vibraciones. Por eso casi siempre están en el sótano o en la planta baja de los hospitales. Generalmente la unidad de cuidados intensivos neonatales, al igual que las salas de maternidad, se encuentran en un lugar alejado. Sin embargo, los bebés más delicados no pueden arriesgarse a viajar por el hospital.
La resonancia magnética es totalmente segura para los recién nacidos, pero es casi imposible hacer el viaje. En su lugar se usa una máquina de ultrasonido, que es mucho más barato, portátil y conveniente, el problema es que no da una imagen tan clara como una resonancia magnética. La buena noticia es que GE Healthcare está desarrollando un prototipo de resonancia magnética específicamente para los recién nacidos, que podría localizarse al lado de cualquier unidad de cuidados intensivos neonatales.
El nuevo sistema de imágenes es del tamaño de una lavadora, no tiene una mesa empotrada para acostarse y el diámetro del imán es de 18 centímetros, lo suficientemente grande para la cabeza de un bebé grande. Por el momento solamente existen dos prototipos y son parte de un proyecto de investigación de dos años sobre la factibilidad y beneficios de escanear bebés en la unidad neonatal. En el vídeo de abajo puedes conocer más a fondo como funciona este nuevo equipo.
Cada máquina de resonancia magnética tiene una dona magnética, que utiliza un campo magnético 100,000 veces más fuerte que el de la Tierra. Funciona obligando a los protones en el agua de los tejidos a alinearse con ese campo; unas bobinas especiales estimulan a los protones emitiendo ráfagas de ondas de radio. Los sensores de la resonancia magnética detectan las diferencias en la forma en que responden cuando se desconecta la corriente. Esto revela la diferencia entre los diferentes tipos de tejido y crea una imagen tridimensional.
En el 2011, GE desarrollo un imán mucho más pequeño capaz de generar un campo magnético de 3 Tesla, la misma fuerza que una máquina estándar para adultos, para escanear brazos y piernas. Aunque ya tenía el tamaño adecuado para los bebés, tenía que adaptarlo para trabajar con cerebros en lugar de extremidades. Así que agrego una nueva bobina de gradiente para enfocar el campo magnético y bobinas de superficie para impulsar las señales de radiofrecuencia.
Ninguna persona dentro de una resonancia magnética debe de experimentar más de 99 decibeles, pero los ingenieros sabían que el ruido era un problema mucho mayor cuando se trata de bebés súper pequeños. Así que es necesario que todos los bebés utilicen protectores para los oídos y tapones de silicón para mantener el ruido dentro de los límites saludables.
Como estos equipos apenas están en pruebas, es posible que las resonancias magnéticas en las unidades de cuidados intensivos neonatales hagan su aparición en los próximos años. Eso sí, después de analizar los beneficios.
Vía | Mosaic
Imágenes | liz west | Nuclear Regulatory Commission |
En Vitónica México | Realizar estudios cerebrales podría ayudar a identificar la depresión En Vitónica México | Los científicos ahora pueden predecir la inteligencia a través de la actividad cerebral
