Si eres un lector asiduo de Vitónica México, seguramente estas informado sobre lo dañino que es el estrés para la salud física y mental. También eres consciente de la importancia del ejercicio y la meditación para reducir el estrés y mejorar la salud, la vitalidad y la función mental. Pero también estás al corriente de los niveles record de distracción causados por los dispositivos tecnológicos que nos rodean.
De hecho algunas personas consideran que la epidemia de distracción, es el equivalente psicológico de la epidemia de obesidad. En un estudio se observó la asociación entre el déficit de atención y el exceso de peso; el 27% de los pacientes que recibían tratamiento para la obesidad, también presentaban déficit de atención e hiperactividad.
Sin embargo, en la sociedad actual ser una persona “multitasking”, o multitareas, es valorado como una habilidad, no como un déficit. Pero dejamos a un lado todos los aspectos negativos que esto involucra, como la impulsividad, las emociones negativas y el estrés crónico. ¿Realmente el “multitasking” debe ser algo que valoremos como positivo?
El cerebro funciona mejor cuando lo enfocamos en realizar una tarea únicamente. Cuando nos centramos en una actividad o en una conversación, somos más organizados, creativos, conectados y productivos, incluso hasta más inteligentes. Cuando nos dispersamos y estamos trabajando en muchas cosas al mismo tiempo, somos más propensos a cometer errores, a olvidar información clave y a no poner atención a señales emocionales.
Incluso cuando nos enfocamos totalmente en una tarea, a menudo nos topamos con pensamientos negativos, ya sea porque estamos pensando en la larga lista de pendientes que tenemos que realizar o por algún evento incomodo que nos ocurrió recientemente. Todo esto detiene la capacidad del cerebro para concentrarse y aprender. Por eso es súper importante entrenar a nuestro cerebro para que se pueda enfocar de una forma productiva y satisfactoria.
Domestica a las emociones negativas
Antes de poder poner atención, debes hacerte cargo del frenesí emocional negativo que puede manifestarse de varias formas: preocupación, ansiedad, ira, tristeza e irritación. Estas emociones no permiten que funcione correctamente la corteza prefrontal, que es el jefe del cerebro. Demasiado estrés negativo no solo perjudica tu salud, si no que también daña tu capacidad de concentración.
Las mismas cosas que mejoran tu salud, también mejoran la capacidad del cerebro para administrar esas emociones negativas: dormir bien, hacer ejercicio, meditar, tomar exhalaciones largas, o tomarse un tiempo para relajarse, aunque sea por unos minutos.
Mantén tu enfoque
Una vez que tu mente este en calma y llena de energía, es el momento de identificar una tarea y enfocarse exclusivamente en esa tarea. Las sesiones de enfoque, en las que se aplican todos los recursos de atención del cerebro a una sola actividad, son momentos profundamente enriquecedores y productivos. Infórmale a tu cerebro cual es el objetivo de cada sesión de enfoque, por ejemplo terminar un reporte, planear una junta o poner plena atención en una plática. Antes de empezar cada sesión, utiliza alguna de las herramientas para calmar las emociones negativas, así lograras que tus sesiones de enfoque sean tranquilas, positivas, energéticas y creativas.
Aprende a frenar
Al igual que un coche necesita un buen par de frenos para detenerse en un semáforo en rojo, tu cerebro enfocado tiene que ser capaz de parar en respuesta a ciertas señales. Las distracciones son inevitables para los seres humanos. Si quieres mantener tu concentración en una tarea importante, es importante saber cómo y cuándo aplicar los frenos.
En lugar de caer en una distracción, por ejemplo un mensaje de texto, lo mejor es detenerse, respirar y considerar si la distracción es lo suficientemente urgente para detener tu sesión de enfoque, aunque sea por unos segundos. Si no es así, regresa tu atención a la tarea en cuestión hasta que sea hora de tomar un descanso o hasta que haya terminado la sesión y estés listo para pasar a algo nuevo.
Activa tu memoria de trabajo
El cerebro está diseñado para almacenar información en la memoria a corto plazo, conocida como "memoria de trabajo". Acceder la memoria a corto plazo ayuda a resolver problemas, generar ideas y diferentes puntos de vista. Discernir nuevos patrones es un paso muy importante para obtener una perspectiva racional y estratégica. Muchas veces salirnos del pensamiento tradicional, nos ayuda a llegar a mejores respuestas.
Haz cambios
Cuando sea el momento de transferir tu enfoque a una nueva sesión o tarea, la clave es mover todos los recursos del cerebro a la siguiente actividad y darle toda la atención, tal como lo hiciste con la anterior. Esta habilidad del cerebro se conoce como "agilidad cognitiva" o "flexibilidad cognitiva". Esto te permite dejar atrás una tarea y dar el salto a una nueva con un enfoque fresco y productivo, sin tener que preocuparte por las otras 32 cosas en tu lista de tareas pendientes.
Para volverte un experto en el cambio de tareas, lo que tienes que hacer es cambiar toda tu atención, todo tu enfoque, a la siguiente tarea. Evita contaminar tu siguiente tarea con preocupaciones de la tarea anterior u otra emoción negativa. Cambia con curiosidad y calma, ten confianza de que vas a regresar a la última tarea con nueva energía mental y nuevas ideas; dale a la tarea actual lo mejor posible, y veras que lograras terminar tu lista de tareas pendientes en tiempo.
Conecta los puntos
Ahora que ya has aprendido a calmar las distracciones, sabes la importancia de centrarse en una cosa a la vez. Puedes manejar las distracciones. Tu memoria de trabajo está lista para la creatividad cuando la necesite, y está abierta a nuevas ideas, puntos de vista y conexiones. Serás ágil y capaz de cambiar de una tarea a la siguiente. Teniendo períodos de descanso y momentos para mover tu cuerpo para recargar tu cerebro.
Como en todo, la práctica es lo más importante, y aunque al principio es posible que te cueste un poco de trabajo, veras que con el tiempo todos estos consejos te ayudaran a vivir una vida mucho más organizada y libre de estrés.
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