Podemos encontrar cientos de suplementos vitamínicos y de minerales, diversos extractos de hierbas y compuestos sintéticos que nos aseguran mejorar nuestro estado de salud y la gran mayoría para perder peso. Algunos suplementos alimenticios están formados por una única sustancia, mientras que otros contienen una docena o más de ingredientes. Pero.. ¿son seguros los suplementos alimenticios?
Palabras clave como antioxidantes, fitoquímicos y enzimas activas, son utilizadas para promocionar los beneficios para la salud que obtendremos con su consumo junto con frases publicitarias que emplean expresiones como “suplemento alimenticio antienvejecimiento”, "baja de peso naturalmente" y "mayor rendimiento y energía en los deportes",entre otras para captar nuestra atención y convencernos de adquirirlos.
Los suplementos no son considerados como medicamentos, pero pueden actuar como tal teniendo efectos benéficos terapéuticos en el organismo. Pero muchos otros como los utilizados para control de peso, pueden contener efedrina y cafeína cuyo consumo en exceso provoca presión arterial alta, palpitaciones, deshidratación e incluso muerte.
Hasta el momento, no existe suficiente investigación sobre la eficacia de la mayoría de los productos vegetales y demás suplementos dietéticos destinados a mejorar la salud y el rendimientos deportivo. Podría deberse a que las plantas no pueden patentarse, entonces no seria negocio para las empresas farmacéuticas, también podría ser que los resultados de la investigación sean negativos y demuestren ser ineficaces para el fin buscado. Además las investigaciones suelen ser temporales y no demuestran efectos por consumo prolongado.
Por otro lado algunas investigaciones sugieren que el uso de ciertos productos vegetales pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Un claro ejemplo es el caso de la manzanilla. Esta infusión, puede utilizarse para eliminar los espasmos musculares y malestares digestivos. Otro ejemplo es el uso de la equinácea que puede ser auxiliar en el tratamiento de síntomas producidos por infecciones de vías respiratorias altas.
La Consumers Union (organización americana que se encarga de proteger al consumidor) aconseja seguir las siguientes recomendaciones para proteger tu salud:
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Antes de probar algún suplemento dietético para tratar un problema de salud , intenta cambiar tu dieta y/o estilo de vida.
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Consulta a tu médico antes de tomar algún suplemento dietético. Esto es particularmente importante para las mujeres embarazadas o en lactancia.
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Compra productos estandarizados: no cometas el error de comprar productos en puestos ambulantes, adquiérelos en una tienda en donde es seguro que cumplen con los estándares de calidad
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Utiliza los suplementos con un solo ingrediente. Emplear una combinación de suplementos puede dificultar la detección de las causas de algún posible efecto secundario.
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Deja de tomar el suplemento si notas algún problema de salud relacionado con este.
El Departamento de Salud de Estados Unidos sugiere estas observaciones sobre los suplementos dietéticos:
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Para hacer uso de suplementos de una forma segura, lee la etiqueta y sigue las indicaciones.
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"Natural" no siempre significa seguro. Algunos ingredientes pueden interactuar con los medicamentos.
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Algunos suplementos no han sido probados en niños, embarazo y lactancia.
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Los suplementos están diseñados para ser un complemento de la dieta, mas no un sustituto.
Conclusiones
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Es necesaria más investigación para comprobar la eficacia de ciertos suplementos.
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Los suplementos alimenticios son un complemento para tu dieta NO un reemplazo de ella. Un ejemplo de esto son los "batidos de sobre" que venden como sustituto de algún tiempo de comida. Si quieres una mejor y nutritiva versión de estos batidos comerciales, lo ideal son los smoothies; los preparas en casa a tu gusto, sabes que contienen y pueden ser un preparado muy completo que te dará saciedad y nutrición para esos momentos que lleves prisa. No caigas en la trampa de los polvos de desayuno, comida o cena.
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Es válido tomar un suplemento vitamínico o mineral cuando existan carencias de alguno de ellos o se necesiten. Un ejemplo muy claro de suplementación es el ácido fólico en mujeres embarazadas o el hierro en caso de anemia.
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Existen tiendas y laboratorios confiables reconocidos por su calidad y seguridad en suplementos. Aléjate de los puestos ambulantes y productos en bolsas de plástico sin ningún tipo de etiquetado.
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Por último: elige productos de alimentación como fibras, infusiones herbales, probióticos, linaza, chía, amaranto, soya, aminoácidos, aceites omega, etcétera. Evita productos con sustancias exóticas o que prometan lo imposible. De esta manera cuidas tu salud y tu bolsillo. Al comprar alimentos funcionales inviertes y das variedad a tu dieta y no compras "esperanza" que es lo que tratan de venderte con un infinidad de productos milagro
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