Las primeras veces que empezamos a ejercitarnos, es común que tengamos dificultad para respirar, sobre todo cuando aumentamos el ritmo. Aquí te damos algunos consejos para que puedas respirar mejor, especialmente si eres un corredor novato.
Empieza corriendo a un paso suave, y trata de enfocarte en tu respiración abdominal. Conforme realizas inhalaciones profundas, debes de soltar el aire con una buena exhalación. Para hacer esto más fácil, trata de inhalar durante tres zancadas y exhalar en tres zancadas, haciendo un ciclo completo de respiración en seis zancadas.
Esto no es una regla, solo un promedio, todo depende de tu zancada. Tu inhalación puede tardar de dos a cuatro zancadas, y la exhalación puede ser entre dos y cuatro zancadas. Una buena y larga exhalación, ayuda a que tus pulmones se limpien del CO2, dejando espacio al oxígeno. Si asociar tu respiración con tu paso, no te funciona, trata de contar de la siguiente forma: uno, dos, tres, inhala; uno, dos, tres, exhala. Con la práctica, ya no será necesario contar o seguir las zancadas, la respiración te saldrá de forma natural.
La finalidad de estas dos técnicas en controlar tu respiración para que respires desde el diafragma. Con este tipo de respiración, lograras que entre más oxígeno al sistema circulatorio, incrementaras la capacidad pulmonar y la resistencia, y evitarás el molesto “dolor de caballo”. Además cuando logres controlar tu respiración, tus carreras serán mucho más agradables y podrás enfocarte en aumentar tu velocidad y kilometraje.
Imagen | Courtney
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