Llevar una alimentación saludable puede ser fácil si comemos en casa y preparamos nuestras comidas con alimentos frescos. Sin embargo, esto cambia cuando por alguna necesidad comemos fuera de casa o utilizamos productos industrializados en la preparación puesto que su aporte de calorías nos puede llevara sobrepasar fácilmente el consumo recomendado diario.
De allí, que en Inglaterra los funcionarios de salud pública estén haciendo un llamado a los vendedores y fabricantes de comida a recortar las calorías de sus productos en un 20% para el 2024. Con ello, buscan prevenir más de 35,000 muertes prematuras y ahorrarse más de 4.48 billones de libras en costos de seguridad social.
Para dicho país, las alertas han saltado en las estadísticas que señalan que uno de cada 5 niños que ingresa a la educación básica es ya obeso o tiene sobrepeso, mientras que uno de cada tres deja este nivel educativo con dicho padecimiento. En e caso de los adultos, el 60% tienen enfermedades relacionadas con la obesidad.
Esta iniciativa de ley recae principalmente en las grandes compañías fabricantes, supermercados y negocios de comida rápida; además se suma a la campaña del gobierno que desde el 2016 promueve el consumo de no más de dos snacks de 100 calorías al día para los niños.
Por otro lado, esta estrategia señala trece categorías de alimentos entre las que se encuentran: bocadillos salados, salsas, sandwiches, comidas preparadas y productos a base de papas. A estos se le suman el plan por separado de reducir un 20% del contenido de azúcar en chocolates, pasteles y cereales de desayuno. Con ambos esfuerzos, están buscando tener una reducción de hasta del 50% de consumo de calorías en los niños.
Las estadísticas de ese órgano de salud señalan también que los niños varones con sobrepeso y obesidad consumen hasta 500 calorías de más por día, mientras que las niñas en las mismas condiciones se exceden en 290 calorías por día. En cuanto a los adultos, la cifra no es mucho menor, ubicándose en 200 calorías más de las necesarias.
La situación en México
En México la situación no es menos alarmante. De acuerdo al ISSSTE, más del 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre obesidad, esta última asociada a diabetes y transtornos óseos, musculares y cardiovasculares. Con dichas cifras, en 2016 nuestro país ocupo el 2do lugar entre las naciones con mayor obesidad pertenecientes a la OCDE.
Sin embargo, además de las tres recomendaciones del sector salud que son: beber agua simple, realizar actividad física y modificar nuestros hábitos alimenticios, las medidas tomadas por el gobierno distan mucho de atacar el problema desde la fuente, como lo está haciendo Inglaterra. En lugar de buscar un cambio directo en los alimentos empacados a nuestra disposición, se castiga su consumo aumentando el impuesto a aquellos que no son potencialmente saludables, aunque muchas veces, el consumidor no es consciente de ese impuesto.
Por otro lado, hay algunos aciertos en esta materia como lo es la inclusión del etiquetado nutrimental y la lista de ingredientes, aunque se falla en educar al consumidor en cuanto a su significado y lo mismo ocurre con el mostrar las calorías del menú, la regulación de publicidad en medios y las campañas masivas. Medidas igualmente utilizadas por otros países de la OCDE sin que se observe una disminución de cifras de obesidad en ninguno de ellos.
Más información | The Guardian, OMENT