¿Amas tu taza de café todos los días? Los expertos nos dicen cuanto en realidad es una buena dosis de café diaria y cuanto se convierte ya en un exceso.
A los que amamos el café, nos da felicidad escuchar que nuestra taza diaria de café nos hace bien, además de simplemente mantenernos despiertos, alerta y en pleno funcionamiento en el trabajo (o el gimnasio). Cuando un informe reciente encontró que cuatro tazas al día puede reducir el riesgo de melanoma en un 20 por ciento, por ejemplo, nuestro primer pensamiento fue ¡excelente!
Pero también nos hace preguntarnos: ¿cuánto es demasiado café? Después de todo, aunque bien sabemos que el café está repleto de antioxidantes que combaten enfermedades, un disparo de espresso y uno se queda el sentimiento de inestable y ansioso, y en ocasiones con un malestar estomacal. Por el otro lado, sabemos que también la cafeína afecta el suelo, la estética dental y en algunas ocasiones afecta la elasticidad de la piel.
Por lo mismo, a continuación un completo reporte de lo que pasa en nuestro cuerpo con diferentes cantidades de café.
De una a tres tazas al día
Esta dosis diaria puede elevar ligeramente el riesgo de presión arterial alta, un estudio en el American Journal of Clinical Nutrition encuentró que los que bebían menos de una o más de tres tazas al día no tenían mayor riesgo. Además, otro estudio encontró que las mujeres que beben dos tazas al día tienen un riesgo 11 por ciento menor de insuficiencia cardíaca que los que beben menos, mientras que los que se beben de dos a tres tazas son 25 por ciento menos probables de morir por enfermedades cardíacas y el 18 por ciento menos propensos a morir por cualquier causa que los no bebedores, según un estudio en la revista Annals of Internal Medicine. (La excepción:. Las personas que están genéticamente predispuestos para metabolizar la cafeína lentamente. Para ellos, dos a tres tazas pueden aumentar el riesgo de ataque al corazón en un 36 por ciento.) El consumo de la cafeína en dos a tres tazas después de aprender nueva información también puede ayudar a recordar mejor.
De tres a cinco tazas al día
Las personas que beben de tres o cuatro tazas al día tienen un riesgo más o menos un 25 por ciento menor de desarrollar diabetes que los que beben menos de dos, según un estudio presentado en el Congreso Mundial 2012 de Prevención de la Diabetes. (Aunque si ya tienes diabetes, el consumo de cuatro porciones al día puede elevar los niveles de azúcar en la sangre en ocho por ciento, lo que podría empeorar sus síntomas.) Hay ventajas mentales también: beber de tres a cinco tazas han demostrado reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un 20 por ciento. Y además de reducir el riesgo de melanoma, cuatro tazas al día puede reducir las probabilidades de morir de cáncer oral por 49 por ciento. La investigación concluye que beber cinco tazas de café diarias puede aumentar los niveles de entre seis y ocho por ciento cafestol.
Seis tazas al día
Suena mucho, pero las mujeres que beben seis o más tazas al día tienen un riesgo 15 por ciento menor de muerte. En este estudio, el café descafeinado cuenta para los totales diarios de las mujeres, lo cual es una excelente noticia si el exceso de cafeína te hace rebotar en las paredes, según un estudio en el New England Journal of Medicine.
A primera vista, parece que el consumo de café hace siempre bien- incluso en muchas ocasiones supera a lo malo-, si no hay condiciones de salud preexistentes, como la diabetes.
"No hemos visto un mayor riesgo de muerte o enfermedad en las personas con un alto consumo de café, incluso hasta seis tazas al día, en comparación con los no consumidores", asegura Rob van Dam, PhD, profesor asistente en el departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard-
Si lo que estás buscando es proteger tu corazón y alargar tu vida útil, dijo, las pruebas apuntan a un "punto perfecto" de tres a cinco tazas al día - hablando en tazas convencionales, no en el vaso Venti de Starbucks.
Las excepciones incluyen a las mujeres embarazadas (la cafeína puede dañar el desarrollo del feto), las personas que encuentran que la cafeína les altera los nervios o les quita el sueño, y la gente que, claro, simplemente no les gusta el sabor.
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