Parece que las dietas ganan fama instantánea en el momento en el que un famoso asegura que es el régimen alimentario que los ha ayudado a tener el cuerpo que tienen. Gracias a celebridades como Cameron Díaz y Miranda Kerr, la dieta 80/20 está en boca de todos. Pero ¿realmente de qué se trata?
Primero, analicemos el origen de la regla 80/20. También se conoce como la Ley de los Pocos Vitales y originalmente fue conocida como el Principio de Pareto. A principios del siglo XX, Vilfredo Pareto descubrió que el 80 por ciento de la tierra en Italia era propiedad del 20 por ciento de las personas. Con el paso del tiempo se vio que esta regla se podía aplicar en varios aspectos, por ejemplo, en los negocios se ha visto que el 20 por ciento de tus clientes representan el 80 por ciento de tus ventas.
Así fue como la 80/20 se convirtió en una regla universal. Un estilo de vida saludable se logra mediante la suma total de todas tus decisiones y hábitos diarios. Es una regla que se basa en la moderación.
El concepto general de la dieta 80/20 es bastante sencillo, comes alimentos nutritivos el 80 por ciento del tiempo, y dejas espacio para los antojitos el otro 20 por ciento del tiempo. Esto la convierte en una dieta más amigable y realista comparada con regímenes más estrictos. No existe una definición exacta de cómo llevar a cabo la regla 80/20, parece que cada quien la aplica a su gusto.
Por ejemplo, Jillian Michaels, explica que puedes escoger entre que el 20 por ciento de tu ingesta calórica diaria sean antojitos como un brownie o una copa de vino, o que una de cada cinco comidas al día sea un antojo. Pero como te imaginaras, muchas veces es más fácil decirlo que llevarlo a la práctica. Se necesita de bastante fuerza de voluntad.
Es fácil distinguir el tipo de alimentos que entran en el 20 por ciento, lo difícil es el grupo del 80 por ciento. A diferencia de otras dietas como Atkins, aquí no existen reglas en relación a la cantidad de calorías, grasas o azúcar. El 80 por ciento debe de estar compuesto por alimentos mínimamente procesados como proteínas magras, frutas, verduras, semillas, legumbres, grasas saludables y granos enteros. En caso de que tengas dudas sobre un alimento, es mejor considerarlo dentro del 20 por ciento.
Y ¡cuidado! Porque las porciones cuentan, especialmente cuando hablamos del 20 por ciento. Un antojo no significa una caja de galletas completa o un litro de helado. La idea de este porcentaje es que no tengas ese sentimiento de privación que muchas veces lleva a los atracones de comida. Recuerda que la idea es seguir un plan de alimentación equilibrado y saludable.
Lo bueno de esta dieta es que puedes aplicar el mismo principio a la forma en la que haces ejercicios. Por ejemplo en lugar de ir al gimnasio todos los días y sentirte mal si un día no puedes ir porque tienes una reunión o una cena, ten en mente que ir el 80 por ciento del tiempo sigue siendo una buena opción. Estarás menos estresado… y eso también ayuda a tener un estilo de vida saludable y equilibrado.
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