A unos días de terminar el famoso Guadalupe-Reyes, estoy segura que muchos de ustedes notaran que después de un día de fiesta, su cuerpo ya no responde igual que cuando tenían 20 años. Todavía existen muchas interrogantes sobre los efectos del alcohol en nuestro cuerpo, pero hay suficiente evidencia anecdótica y científica para sugerir que las resacas empeoran con la edad.
Una de las principales razones es que el cuerpo se vuelve menos eficiente al momento de procesar las bebidas alcohólicas. Cada cerveza, copa de vino o margarita, tarda alrededor de una hora para ser procesada. En primer lugar, una enzima hepática llamada alcohol deshidrogenasa transforma el alcohol que ha sido ingerido en un compuesto llamado acetaldehído. Después, otra enzima llamada aldehído deshidrogenasa, la descompone en acetato, que luego se convierte en dióxido de carbono y agua.
Cuando estamos en nuestros 20’s, este proceso actúa de forma eficiente y bastante rápido. Pero conforme envejecemos, los niveles de estas enzimas disminuyen. Esto ocasiona que el acetaldehído, que es un producto químico muy tóxico, pase más tiempo rondando por nuestro cuerpo, causando dolores de cabeza, sequedad en la boca, náuseas y una serie de otros síntomas.
Además la composición general del cuerpo también cambia. A medida que envejecemos, tendemos a acumular más grasa corporal, lo que nos hace más susceptibles a los efectos del alcohol. La grasa no absorbe el alcohol, así que una persona con más grasa, tiene menos espacio para diluir el alcohol. Esta es la misma razón por la que las mujeres tienden a tener menos tolerancia al alcohol. El cuerpo también pierde agua con la edad, lo que significa que el alcohol se mantiene más concentrado en el sistema.
También es cierto que las personas mayores son más propensas a tomar algún tipo de medicamento para enfermedades crónicas, aumentando la posibilidad de que el fármaco interfiera con la metabolización del alcohol. El alcohol también acelera la disminución cognitiva natural que las personas experimentas en sus 50s y 60s, empeorando los efectos de cada bebida.
Según una encuesta del Reino Unido, a los 29 años se experimentan las peores resacas. Se cree que esto no se debe precisamente a factores físicos, sino más bien a una mezcla de comportamiento y biología. A los 29 años las personas se aferran a sus hábitos de consumo de alcohol de años anteriores, aunque ya no tienen la misma resistencia. En promedio la resaca dura nueve horas 45 minutos, teniendo su pico a las 9:45 am. La resaca de las personas de 29 años dura en promedio diez horas con 24 minutos.
Imágenes | whatleydude | Fredrik Häger |
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