Aunque se sabe que hay de dos a cinco veces más niños que niñas con algún tipo de trastornos del espectro autista, hasta hace poco los investigadores se centraron en las posibles razones para estas diferencias de género. Un estudio publicado en JAMA Psychiatry trata de explicar que es lo que sucede.
Los científicos saben que existen diferencias en algunas estructuras cerebrales entre los sexos. Una de ellas es el grosor de la corteza, la capa externa del cerebro que está llena de nervios involucrados en la memoria, el pensamiento, el lenguaje y otras funciones cognitivas superiores. Los hombres tienden a tener cortezas más delgadas, mientras que las cortezas de las mujeres tienden a ser más gruesas, y esta diferencia es una manera bastante confiable para distinguir entre hombres y mujeres.
Un grupo de investigadores alemanes compararon el grosor cortical, utilizando imágenes de resonancia magnética cerebral, de 98 adultos con trastornos del espectro autista y de 98 personas sin el trastorno. Encontraron que cuanto más delgada la corteza, independientemente del sexo, más probable era que la persona tuviera un trastorno del espectro autista. Las mujeres con un espesor cortical más delgado y más parecido al de los hombres, presentaron un riesgo de trastorno del espectro autista tres veces mayor que las mujeres con cortezas más gruesas.
La hipótesis era que si el cerebro masculino era más vulnerable a los trastornos del espectro autista, entonces los cerebros de las mujeres con autismo presentarían rasgos semejantes al cerebro masculino. Los investigadores señalan que las mediciones de la corteza no significan que las mujeres con cortezas más delgadas tengan cerebros masculinos. En el estudio no se analizaron las funciones cerebrales en las mujeres adultas, por lo que no está claro si una corteza más delgada tiene un efecto funcional.
Sin embargo los resultados señalan que la corteza cerebral puede jugar un papel importante en la mejor comprensión del autismo. Es posible que la corteza más gruesa de las mujeres funciona como una protección contra el desarrollo del autismo. Los investigadores seguirán investigando otros aspectos de la corteza cerebral para apoyar esta idea.
Los resultados son el inicio de muchos estudios que se tienen que llevar a cabo para entender mejor el autismo y llegar a un posible mejor tratamiento. Al día de hoy los resultados no nos dicen si el espesor cortical está causando autismo, o si es un síntoma del trastorno. En otras palabras, ¿las mujeres con autismo desarrollan el trastorno porque tienen una corteza más delgada, como los hombres, o por qué la corteza más delgada es un síntoma del autismo que desarrollaron debido a otra razón?
En el 2015, un estudio observó de forma similar las diferencias en la biología de los cerebros y la conducta de niños autistas. Los investigadores encontraron diferencias en el cuerpo calloso, la región del cerebro que conecta los hemisferios izquierdo y derecho. La organización de las fibras neuronales en esta área era diferente en los niños en comparación con las niñas, especialmente en los lóbulos frontales, que desempeñan un papel en las funciones ejecutivas.
Esto podría explicar porque las diferencias en el comportamiento de las niñas con autismo son mucho mayores que las de las niñas de la misma edad, en comparación con los niños con autismo y niños de la misma edad. Estos resultados sugieren que las niñas con autismo tienen mayores impedimentos sociales que los niños.
Vía | TIME
Imágenes | Jason Pratt | Stephen Hampshire | National Human Genome Research Institute (NHGRI) |
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