Es bien sabido que hacer algún tipo de actividad física es necesario para conservarnos en un peso adecuado y mantener un buen estado de salud. También sabemos que para tener un peso saludable debemos tener un control en las calorías ingeridas y las calorías gastadas, y para gastar calorías el ejercicio es ideal. Pero ¿por qué después de hacer ejercicio me da hambre?
Cuando empezamos un programa de ejercicio o añadimos nuevos retos a la rutina habitual puede que requieras de un balance calórico agregando unas cuantas calorías más en función de recuperar y rellenar los depósitos de energía. Y naturalmente, nuestro organismo nos pide alimento después de un entrenamiento, sin embargo se tiende a la sobre ingesta de estos.
Muchas personas suelen sobre compensarse por las calorías que perdieron durante la actividad física. La razón de esto es una mezcla de factores físicos y psicológicos. Al cansarnos por el ejercicio esperamos una recompensa por el esfuerzo realizado, por ejemplo: "Como corrí 40 minutos, tengo derecho a una pizza".
Y no funciona así, el ejercicio se debe considerar como algo rutinario, la recompensa es física y emocional, al hacernos sentir mejor y no hacer ejercicio por alimentos altamente calóricos con el pretexto de "quemarlos con el ejercicio".
Evidentemente podemos comer alimentos de consumo ocasional dentro de una dieta balanceada. La respuesta biológica demanda energía para "reponer el tanque vacío", aquí entra en juego la elección de alimentos a consumir. Como sugerencia prepara tu snack post entrenamiento antes de iniciar tu actividad física, para que no llegues exhausto a atacar el refrigerador o alacena y comas en exceso alimentos que puedan sabotear tu esfuerzo.
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