En nuestro país, el embarazo en adolescentes se ha convertido en un problema de salud pública. La única solución es la prevención, que está basada en la educación y en el conocimiento de los métodos anticonceptivos que existen en México. El porcentaje de nacimientos en madres adolescentes aumentó de 15.6 por ciento a 18.7 por ciento entre 2003 y 2012.
En 2013, en los estados de Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero y Nayarit más del 19% de los nacimientos fueron de adolescentes, comparado con menos del 16% en el Distrito Federal, Nuevo León y Querétaro. Estos resultados se deben a un aumento en la actividad sexual en adolescentes y la falta de uso regular de métodos anticonceptivos.
Los embarazos adolescentes se consideran un problema de salud pública, ya que afecta negativamente en la salud de las jóvenes mujeres y en la de sus hijos/hijas. De la misma forma es un problema educativo porque provoca deserción escolar o bajo rendimiento. De acuerdo con cifras del 2010, el 17.7 por ciento de las mujeres menores de 18 años y el 30.7 por ciento de las menores de 15 años que se embarazaron, dejaron de ir a la escuela. Dejar de ir a la escuela aumenta el riesgo de un embarazo: más del 90 por ciento de las mujeres entre los 12 y los 19 años de edad que han tenido un hijo no asisten a la escuela.
Poco más de una tercera parte de las adolescentes de 15 a 19 años reportó su último embarazo como no planeado. El embarazo en la adolescencia está asociado a niveles de mortalidad materna más elevados que en mujeres de mayor edad, y a una alta prevalencia de aborto en condiciones inseguras.
De acuerdo con los datos de la última Encuesta Nacional de la Juventud, la mitad de los adolescentes no utiliza un método anticonceptivo es su primera relación sexual porque no esperaba tener relaciones (49%); su pareja no quiso (11.2%); simplemente no quiso usar uno (9.3%): no conocía los métodos (9.3%); deseaba embarazarse (7%); le dio vergüenza conseguir algún método anticonceptivo (5.9%); por considerar que la sensación era distinta (3.7%).
El rechazo social y la negación de la sexualidad en adolescentes, coartan la probabilidad de que puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos con responsabilidad. Los prejuicios y actitudes que limitan el uso de métodos anticonceptivos pueden ser resultado de una educación sexual deficiente, de falta de información actualizada, de una cultura de discriminación a los jóvenes, de una falta de comprensión de lo que es la sexualidad, y de la falta de comunicación entre padres e hijos acerca de asuntos relacionados con la sexualidad, el enfoque de género y la maternidad y paternidad.
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Salud y de los Servicios Amigables para Adolescentes, pone a la disposición de los adolescentes, de manera totalmente gratuita, consejería especializada y métodos anticonceptivos seguros y eficaces para la prevención del embarazo y de las infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo condones, parches transdérmicos, implantes y dispositivos intrauterinos.
Más información | Estrategia Nacional para la prevención del embarazo en adolescentes
Imágenes | Johannes Jander | PR Newswire | sexy_chey2013 |
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