Cuando se habla de enfermedades mentales, se incurren en un montón de ideas preconcebidas, la mayoría de las veces erróneas, llevando muchas ves a la estigmatización de los enfermos. Se estima que globalmente, 450 millones de personas sufren de un trastorno mental o de conducta. Y en México, menos del 20 por ciento de las personas que presentan un trastorno afectivo buscan ayuda.
Por eso existe una gran necesidad de tener un diálogo más abierto sobre las condiciones de salud mental que afectan a nuestros familiares, amigos o incluso alguno de nosotros. Aunque en los últimos años se ha buscado mejorar los servicios de salud para estas personas, todavía existen muchos mitos que hacen que las personas dejen de buscar y recibir ayuda cuando más lo necesitan. Conozcamos algunos de ellos.
Mito #1. Las enfermedades mentales son un signo de debilidad. Las enfermedades mentales son una mezcla de nuestra biología y las experiencias que vivimos, no una definición de nuestro carácter. Cada persona tiene una estructura biológica y una realidad diferente, lo que hace que ciertos individuos sean más propensos que otros. Los síntomas de una enfermedad mental se consideran la respuesta natural y saludable a un trauma.
Mito # 2. Ir a terapia es una pérdida de tiempo y de dinero. El tratamiento por excelencia para las enfermedades mentales es la terapia combinada con medicamentos. La terapia ayuda a desarrollar un mayor nivel de conciencia, así como a desarrollar habilidades para afrontar diversas situaciones y síntomas. Además la terapia proporciona la seguridad de que lo que la persona está experimentando es "normal, y que su respuesta es lo que la mayoría de las personas experimentan en circunstancias similares.
Mito #3. Los niños no sufren de enfermedades mentales. Esta idea errónea es uno de los grandes problemas en nuestro país. Se estima que el 20% de los niños sufren de algún tipo de enfermedad mental, y sin embargo no reciben la atención adecuada. El trastorno más común entre este grupo de edad es el déficit de atención/hiperactividad, seguido por trastornos de humor y la depresión.
Mito #4. Las personas con una enfermedad mental no pueden trabajar. Muchas personas piensan que las personas con problemas de salud mental no pueden funcionar en un ambiente de trabajo estresante. Sin embargo, la realidad es que las personas con problemas de salud mental son tan productivas como cualquier otra persona, con niveles similares de motivación y calidad en sus trabajos.
Mito #5. Las enfermedades mentales no se pueden evitar. Es cierto que existe una relación entre ciertos factores genéticos y ambientales que influyen en la salud mental. Algunos científicos creen que algunas personas tienen una predisposición genética para desarrollar una enfermedad mental. Pero a pesar de que los genes influyen en el desarrollo de las enfermedades mentales, no las determinan. Pero existen condiciones ambientales que pueden estar presentes, como los daños causados por la exposición al alcohol, a las drogas ilegales, al tabaco, toxinas en el medio ambiente, pueden puede afectar negativamente el desarrollo del feto y el recién nacido. Esto puede contribuir a la aparición de los trastornos mentales.
Vía | Medical Daily
Imágenes | The home of Fixers on Flickr | Mike Renlund | Ryan Rivera |
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