Así como los adultos podemos educar a los niños, por sorprendente que parezca nosotros podemos aprender de ellos. Son unos pequeños maestros que pueden enseñarnos hábitos de alimentación saludables, de los que muchas veces olvidamos.
Recientemente leí un artículo muy interesante sobre este tema. En muchas ocasiones descuidamos nuestra dieta, alejados de toda consciencia, comemos en automático, sin importar si sabe bien o se encuentra en buen estado para ser consumido, comemos deprisa y frecuentemente, comida rápida. A continuación veremos cuatro cosas que los niños nos pueden enseñar para cambiar a unos mejores hábitos de alimentación.
- Los niños llevan lunch: es difícil separar la idea de la lonchera, el receso y el pequeño escolar. Tu también lleva alimentos de tu casa al trabajo. Prepárate un nutritivo lunch que además de alimentarte adecuadamente, te hará ahorrar mucho dinero en comida. Controlarás las porciones, prepararás algo rico y fresco. no se te olvide llevar una botella con agua (llevando una botella, no hay manera de que bebas agua azucarada o refresco), fruta y verdura, así como granos enteros y proteínas magras. La hidratación te mantendrá concentrado y saludable.
- Los niños solo comen lo que les gusta: si un niño prueba un alimento y no es de su agrado, jamás le dará una segunda mordida. En ¿ cuántas ocasiones hemos consumido alimentos insípidos, con probabilidades de que estén pasados solo porque están frente a nosotros?. Como adultos responsables, sabemos que alimentos son buenos para nosotros. Recapturemos la esencia del niño y declinemos de aquellos alimentos que no nos satisfagan. Consúmanos nuestro requerimiento calórico diario de alimentos ricos, nutritivos y que disfrutemos a cada bocado.
- Los niños disfrutan los alimentos: complementando el pinto anterior, ¿Has observado la singular alegría de un niño comiendo un pastel?, ellos no cuentan calorías ni sienten culpa, solo disfrutan el momento de la envolvente dulzura. Saben que es un alimento que se come en ocasiones esporádicas y en celebraciones y no diariamente. El otro día escuche una frase de una entrenadora física que me encanto: "No cake for breakfast, keep cake for birthdays". No solo con ejemplos dulces. Podemos ver como disfruta el momento cuando experimenta consumiendo un nuevo alimento. Experimentan el sabor, color, texturas, olor. Algo común y corriente para nosotros, para los niños se convierte en un objeto a inspeccionar, analizar y disfrutar. Los adultos, comemos sin experimentar lo anteriormente descrito, comemos con prisas, en automático, distraídos con los smartphones o televisión y no disfrutamos conscientemente de nuestros alimentos. En tu siguiente comida practica masticar cada bocado y dar el siguiente, hasta haber masticado e ingerido el anterior,
- Los niños dejan de comer cuando están llenos: los niños al parecer, tienen la habilidad innata de detenerse cuando están satisfechos. Comen cuando tienen hambre y dejan de comer cuando ya no lo están. Mientras que los adultos, hemos perdido las señales internas de hambre y comemos lo necesitemos o no, somos comedores sociales y emocionales que después de haber comido suficiente, somos tentados a comer algo que desprende un olor delicioso al pasar por una panadería. ¿Qué hacemos? Evidentemente compramos algo, respondiendo al estimulo tentador, no por hambre.
La conclusión es clara: reconectémonos con nuestro niño interior, basemos nuestras comidas en señales físicas de hambre, en vez de señales emocionales, dejemos de comer cuando ya no lo necesitemos (un claro ejemplo es un buffet todo incluido) y dejemos la comida "especial" para momentos especiales.
Vía | Washington Post
Imagen | Donnie Ray Jones En Vitónica México | Los niños que utilizan escritorios de pie en la escuela, tienen un mejor IMC En Vitónica México | Propuesta C.A.N para hábitos alimenticios saludables
