A menudo, las personas eligen comida no muy saludable, porque piensan que es más deliciosa. En función de promover buenos hábitos de alimentación para combatir el sobrepeso, obesidad y enfermedades derivadas, un reciente estudio muestra como los espejos pueden hacer a la comida chatarra menos deseable.
El espejo puede reducir la percepción de antojo por la comida chatarra y por consecuente reduce su consumo. En este estudio realizado por la University of Central Florida, participaron 185 estudiantes. Se les pidió que eligieran entre un pastel de chocolate y una ensalada de frutas y evaluaran su sabor dentro de un cuarto con espejos y otro sin ellos.
Aquellos quienes eligieron el pastel de chocolate, lo evaluaron como menos apetitoso en el cuarto con espejos comparado con el cuarto sin espejos. Sin embargo, la presencia de espejos no cambió el sabor de la ensalada de frutas.
La explicación a este fenómeno, de acuerdo a los investigadores es que las personas al mirarse en un espejo no solo ven su apariencia física,ven reflejado su comportamiento y juzgarse de la misma manera que juzgan a los demás.
Al mirarse en el espejo consumiendo alimentos no tan saludables,se crea una sensación de fracaso e incomodidad por no seguir los parámetros saludables y de esta manera el sabor del alimento inconsciente mente sabrá menos apetitoso.
Al verse en el espejo se puede evaluar y sentirse responsable de las elecciones alimentarias. Los investigadores concluyen que sería una buena opción colocar un espejo en el comedor o en otros espacios destinados para fomentar y reforzar saludables practicas de alimentación
Vía | Science Daily
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