Seguramente desde pequeño creciste con la idea de que las zanahorias pueden ayudar a mejorar la vista, inclusive se dice que hasta ayudan a mejorar la visión nocturna, y aunque sin duda son un alimento muy saludable, estas afirmaciones no son del todo ciertas.
El mito de las zanahorias como superalimento para los ojos se remonta a tiempos de guerra. Supuestamente los británicos inventaron esta pequeña mentira para engañar a los alemanes, y así pensaran que los pilotos británicos habían desarrollado “vista nocturna” por todas las zanahorias que comían. Sin embargo la forma en la que detectaban a los aviones enemigos era con los primeros radares, no con las hortalizas naranjas.
Es cierto que el mito tiene algo de verdad. Las zanahorias tienen una buena dosis de beta-caroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A, una molécula que ayuda en varias funciones básicas del ojo. Seguramente has entrado a un cuarto oscuro en un día soleado, y aunque al principio cuesta trabajo ver con claridad, poco a poco los ojos se adaptan y puedes ver en un ambiente oscuro. Esto está relacionado con la vitamina A.
En la parte posterior de los ojos tenemos unas células conocidas como “bastones”, que son las células fotorreceptoras responsables de la visión en condiciones de baja luminosidad. Estas células necesitan vitamina A para funcionar adecuadamente. Así que consumir zanahorias, y otros alimentos ricos en beta-caroteno, sí pueden ayudar a que tus ojos se adapten mejor a condiciones de poca luz.
En algunos países y sociedades donde las personas tienen una deficiencia muy grande de vitamina A, se ha visto que los suplementos sí ayudan a mejorar ciertos problemas de visión, especialmente en la oscuridad, pero esto es sólo en los casos en los que los problemas de visión se ocasionaron por una mala y deficiente alimentación.
Una persona promedio que ha tenido y tiene una buena nutrición, tendría que dejar de comer cualquier tipo de vitamina A durante uno o varios meses antes de empezar a mostrar signos de deficiencia. El cuerpo almacena la molécula en el hígado, que reparte al resto del cuerpo sólo cuando es necesario y guarda el resto para más tarde. Si una persona se gastara todas sus reservas de vitamina A, hoy en día un montón de alimentos contienen vitamina A, ya sea de forma natural o como añadido.
Debido a estos factores, hoy en día la deficiencia extrema de vitamina A es poco frecuente, especialmente entre los niños. La mayoría de las leches y los productos lácteos, tienen vitamina A añadida. Así que si un niño no consume zanahorias frecuentemente, es posible que la adquiera de otras fuentes como hígado, pescados grasos, leche, huevos, calabazas, jitomates, verduras de hoja verde entre otros.
Consumir vitamina A en exceso no puede corregir la visión con la que nacemos, y no nos puede dar súper visión nocturna. Nuestro cuerpo sólo puede convertir una cierta cantidad de beta-caroteno, así que sí se consume una cantidad mayor de la necesaria el cuerpo la va a desechar. Así que es mejor pensar en las zanahorias como una herramienta para mantener ojos sanos, no como un instrumento para tener vista de radar.
Vía | Wired
Imágenes | swong95765 | Defence Images | Breville USA |
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